SANTIAGO.- Como muchos otros niños, "Miguelito" se hizo famoso a sus 13 años, pero su rostro no apareció en las portadas de diarios ni en la televisión, pues su particularidad no eran cantar o bailar, sino su amplio prontuario policial pese a su corta edad, el que se inició cuando tenía apenas 11 años.
Aunque se encuentra inserto en un programa de rehabilitación del Servicio Nacional de Menores (Sename) y hace pocos días expresó su intención de regresar a estudiar, Miguel Ángel M.F., hoy de 14 años, fue detenido en dos ocasiones en los últimos tres días: Por amenazar de muerte a su polola y la madre de ésta y por asaltar un camión de Coca - Cola el mismo día que salió en libertad.
Con 17 detenciones en su historial, la mayoría por robos con intimidación y violencia, el menor ha confesado que no puede cambiar producto de su adicción a las drogas. A esto se suma una "autoestima delictual en aumento" debido, entre otros motivos, a la publicidad de la que ha sido objeto, según indican quienes han trabajado en su rehabilitación.
Entorno vulnerable
Pero el principal antecedente de la conducta del menor proviene de su entorno altamente vulnerable. Miguel, quien ha vivido en distintas casas de las diez tías maternas, no alcanzó a conocer a su padre, quien falleció producto de una riña en la calle.
Posteriormente, su madre se casó con Sergio Moraga, quien actualmente se encuentra internado en la ex Penitenciaría cumpliendo condena por liderar la banda que cometió una decena de robos con violencia en la comuna de Vitacura en 2000.
De esta conducta delictual no quedan exentos sus hermanos. Sin ir más lejos, su hermanastra, Carla A.F.F., de 16 años, fue detenida ayer tras robar una billetera desde un vehículo, en Conchalí.
Aunque su familia decidió cambiarse de barrio, en la comuna de Conchalí, para apartar al menor de las malas influencias, éste continúa vinculado al mismo grupo de amigos con los que delinque e incluso ha sido amenazado por narcotraficantes.
Amplio prontuario
"Miguelito" se hizo conocido en todo el país en octubre de 2007 cuando, con 13 años de edad y sin responsabilidad penal, fue detenido por aslatar a una automovilista. Tras el hecho, el menor quedó internado en un centro del Sename, desde donde escapó.
Luego, en diciembre, cuando ya tenía 14 años, protagonizó un nuevo delito de robo esta vez en un colegio de Conchalí, siendo sancionado a cumplir 120 horas de trabajo comunitario.
Su madre, María Fica, quien lloró cuando el menor cumplió 14 años pues se convirtió en imputable ante la ley, atribuye el poco éxito en la rehabilitación al Sename, argumentando que la entidad "no ha hecho nada" por su hijo.