SANTIAGO.- Un fotógrafo italiano denunció en Chile hostigamiento y violación a la libertad de expresión, por su detención e interrogatorio por parte de Carabineros en la zona de la Auracanía, uno de los puntos de conflicto con los mapuches.
La detención se produjo en la localidad de Ercilla, donde el reportero gráfico captaba imágenes de las comunidades mapuches de la zona, informó radio Bío Bío.
Massimo Falqui Massida, de la Asociación Internacional de Derechos Humanos (institución que cuenta con el status consultivo en la ONU y el Consejo Europeo), relató que los policías lo interrogaron sobre su vinculación con la familia Huenchullán, defensores de la causa indígena.
El fotógrafo calificó su detención como completamente irregular. El italiano, quien se encuentra hace dos meses y medio trabajando en la Comunidad Autónoma de Temuicuicui, fue dejado en libertad luego de que la policía comprobó la validez de sus documentos, pero el profesional asegura que se trató de un acoso.
"Es un hostigamiento contra la libertad de expresión. No tienen por qué pararme en Ercilla para hacerme preguntas de ese tipo si estoy haciendo mi trabajo de periodista aquí", declaró Massimo a la ONG Observatorio Ciudadano, con respecto al hecho vivido.
Por su parte, Huenchullán aseguró que éste es un ejemplo más sobre la persecución de la que son víctimas. "No puede ser que nuestra familia y las personas que se relacionan con ella, estén condicionadas a estar dando explicaciones a cada momento a las policías", dijo a la ONG, agregando que "Carabineros estaba buscando algún indicio para justificar delitos y claramente procesarlo".
Esta situación se suma a la detención ocurrida en 2008 de los ciudadanos franceses Christopher Cyril Harrison y Joffrey Paul Rossj, quienes realizaban un registro audiovisual en la misma comunidad, agregó la radio.
En mayo de ese mismo año, los documentalistas italianos Dario Ioseffi y Gabriele Giuseppe, quienes registraban una ocupación en un predio, fueron expulsados del país, incautándose su material fílmico.
Lo mismo le ocurrió a la documentalista chilena Elena Varela, que fue detenida por la policía, incautándole un total de 300 cintas que formaban parte de un documental que preparaba.