RÍO DE JANEIRO.- El sueño de acceder a Internet a través de un enchufe doméstico común está más cerca que nunca en Brasil, donde una compañía regional logró transmitir datos por las líneas eléctricas.
La Companhia Energética de Minas Gerais (CEMIG), un estado del tamaño de Francia, está ensayando con sus clientes un servicio de correo electrónico de baja velocidad, embrión del acceso a la red mediante cables de electricidad que se propone lanzar en el 2001.
"Desarrollamos equipos para poder enviar y recibir señal a través de redes eléctricas de baja tensión", dijo hoy a EFE el director de comercialización de CEMIG, Marcos Aurélio Madureira.
Durante la fase experimental, los clientes de CEMIG podrán enviar y recibir mensajes a una velocidad de 120 bytes por segundo (bps), muy inferior al estándar doméstico de entre 33.000 y 56.000 bps.
"En función de eso, creemos poder utilizar la red eléctrica para brindar acceso a Internet en tiempo real, a través de un aparato adaptado al televisor", dijo Madureira.
Los usuarios no necesitarán utilizar un ordenador y el equipo de transmisión tendría un costo aproximado de 30 dólares, veinte veces menos que una computadora.
"El proyecto, basado en tecnología desarrollada en Brasil, está aún en fase de laboratorio y será ensayado el próximo año", dijo el ejecutivo de CEMIG.
Actualmente existen unos 25.000 puntos de la red de CEMIG capaces de recibir y transmitir datos. La cifra llegará a 50.000 a fines del 2000.
La compañía cree que su futuro servicio de Internet mediante las líneas eléctricas puede tener interés para unos 1,5 de sus cinco millones de clientes en Minas Gerais.
El acceso a la red informática a través de un tomacorriente común revolucionará el mercado de acceso, gracias a "una vasta cobertura de hogares y un precio competitivo de mercado", explicó el director de comercialización.
Madureira no reveló la inversión requerida, pues, indicó, el plan ha sido alimentado constantemente desde hace ocho años para conectar los centros de consumo y su presupuesto es "marginal".
