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Cohete que estalló en EE.UU. usaba motores con tecnología rusa de la década de 1960

El propulsor había sido diseñado para misiones a la Luna planificadas por la hoy disuelta Unión Soviética.

29 de Octubre de 2014 | 21:18 | AFP
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Una habitante de la zona de Chincoteague, en Virginia, observa un fragmento quemado del cohete Antares, destrozado por una explosión ayer.

Reuters

WASHINGTON.- El fallido cohete Antares, que se desintegró la noche del martes en una espectacular explosión, era propulsado por motores cuyo diseño ruso se remonta a la década de 1960, cuando fueron creados por la industria aeroespacial de la hoy disuelta Unión Soviética (URSS).

Así lo confirmó hoy el constructor estadounidense del vector, Aerojet Rocketdyne.

La misión abortada, en la que también terminó reducido a fragmentos el carguero automático "Cygnus", iba a transportar suministros y material para experimentos destinados a la Estación Espacial Internacional (ISS).

"Este motor, llamado AJ-26, conocido inicialmente como NK-33, fue concebido para el lanzamiento del cohete ruso N1 para misiones tripuladas a la Luna", señaló la empresa con sede en Sacramento (California).


Según la compañía, el sistema de dos motores AJ26 ofrece al Antares "mejores rendimientos y a costos inferiores que los otros motores de cohetes de igual capacidad".

Aerojet Rocketdyne adquirió la licencia de producción de los propulsores en la década de 1990, cuando la URSS se dirigía a su disolución.

El motor había sido ideado por la firma rusa JSC Kuznetsov, ubicada en las cercanías de Moscú y conocida por sus turbinas a gas.

Aerojet Rocketdyne asegura que modernizó por completo tanto el impulsor como sus accesorios.

Según Orbital Science, la empresa contratada por la NASA para lanzar el cohete con la cápsula no tripulada, dentro de contratos con compañías privadas con el fin de abastecer a la ISS, la Unión Soviética gastó en la época el equivalente a 1.300 millones de dólares y diez años para desarrollar el motor.

Fracaso soviético hacia la Luna

"En los años '60 los soviéticos tenían problemas con este motor y dejaron de fabricarlo", explicó Marco Cáceres, un experto en el sector espacial del Teal Group.

Pese a que la hoy disuelta URSS encabezó durante años la carrera espacial frente a EE.UU., con logros como el primer satélite artificial, el primer hombre y la primera mujer en órbita y tempranos avances en exploración mediante sondas, finalmente la perdió al no alcanzar la "meta" de poner hombres en la superficie de la Luna, objetivo alcanzado por Washington con las misiones Apolo.

Una de las razones del fracaso fue atribuida al diseño del cohete N1, previsto como el competidor del Saturno V de la NASA, y que fue adoptado en medio de profundas disputas entre los equipos soviéticos a cargo de la tarea, encabezados por el célebre ingeniero Serguéi Koroliev (quien murió en 1966), Vladimir Chelomei y Valentin Glushko.

Los cuatro N1 puestos en plataformas de lanzamiento sufrieron fallas que terminaron en gigantescas explosiones. Ello derivó en la cancelación de todo el programa lunar de la URSS, que incluso se mantuvo en secreto durante décadas mientras Washington realizaba las exitosas misiones que comenzaron con el histórico vuelo del Apolo 11.

Años después de la caída de la Unión Soviética, la misma NASA probó el motor AJ-26, que quema keroseno y oxígeno, en su centro de ensayo de Stennis (Mississippi). En mayo pasado, uno de los ingenios estalló durante un test.

No obstante, por el momento, la agencia espacial se niega a establecer un vínculo entre dicho accidente y la explosión de Antares del martes, registrada segundos después de su lanzamiento desde la base espacial de Wallops, en la costa de Virginia.

Los cuatro vuelos precedentes de Antares se desarrollaron sin problema alguno.

Mientras tanto, paradójicamente, la ISS fue abastecida "de emergencia" por un carguero ruso Progress que despegó desde el cosmódromo Baikonur horas después de la falla del Antares.

Pese al fracaso del cohete privado, la NASA insistió en que mantiene su confianza en esta alternativa para enviar suministros a la estación espacial. EE.UU. quedó sin lanzaderas propias luego de que concluyó el programa de los transbordadores en 1991.

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