La escasez mundial de autopartes, especialmente de microchips, sigue causando problemas a los grandes fabricantes de vehículos. Es el caso del gigante estadounidense Ford, empresa que ajustó a la baja sus proyecciones de ganancias para el tercer trimestre de este año tras reconocer que aún tiene miles de los vehículos más rentables de la marca parados en grandes estacionamientos a la espera de ser ensamblados por completo y sin que aún puedan llegar a los concesionarios.
Ford informó que prevé que para el 30 de septiembre tendrá en sus manos entre 40 mil y 45 mil vehículos sin terminar. La mayoría de estos ejemplares, añadió, son camionetas SUV y pickups, considerados como los modelos más rentables de la compañía.
La empresa con sede en Dearborn, Michigan, señaló que ahora espera que sus ganancias para el tercer trimestre sean de entre 1.400 y 1.700 millones de dólares, antes de intereses e impuestos. En el segundo trimestre reportó ganancias ajustadas de 3.700 millones de dólares, antes de intereses e impuestos.
Sin embargo, la empresa indicó que espera que los vehículos que no pudo terminar de ensamblar en el tercer trimestre se completen y se vendan a las agencias en los últimos tres meses del año. Como resultado de eso, el segundo productor automotriz de EE.UU. ratificó su pronóstico de ganancias para 2022 de entre 11.500 y 12.500 millones de dólares.
Una escasez global de microprocesadores ha obstaculizado la capacidad de las automotrices para terminar de ensamblar vehículos y satisfacer la demanda de los consumidores.
General Motors señaló en julio que la escasez de chips y otras autopartes la obligó a fabricar 95.000 vehículos sin algún componente. También anunció que espera completar y vender sus vehículos incompletos antes de que finalice el año.
