La crisis que ha generado la escasez mundial de microchips ha golpeado con fuerza a la industria automotriz. En ese contexto, se conoció que solo por este concepto el grupo Stellantis podría dejar de producir este año en sus instalaciones de Italia hasta 220 mil vehículos.
Así lo estimó el último informe de la organización sindica FIM CISL (Federazione Italiana Metalmeccanici), organismo que dejó presente su preocupación, ya que sería el quinto año con una disminución en la producción.
En el informe se indica que durante el primer semestre del año en curso, la división italiana de Stellantis produjo 351.890 vehículos, casi un 14% menos que en el mismo período del año pasado.
Las plantas de Melfi y de Sevel, esta última destinada a la fabricación de furgonetas, son las más afectadas con esta baja de producción.
En ese contexto, Ferdinando Uliano, jefe del FIM CISL, indicó que al cruzar los datos de la primera mitad del año y la producción potencial de todo el periodo en función de los pedidos registrados, se puede calcular que Stellantis podría dejar de producir entre 200 mil y 220 mil vehículos este año.
“Es como si una de las grandes plantas del grupo se detuviera durante un año”, dijo, y agregó que la situación del suministro de chips no estaba mejorando este año y también afectaría la producción en 2023.
Uliano añadió que factores como la guerra en Ucrania y la interrupción del suministro de gas ruso a Europa solo empeoran aún más la delicada situación del suministro de piezas para la industria automotriz.
Un portavoz de Stellantis se negó a comentar sobre los datos y pronósticos proporcionados por FIM CISL, pero reiteró que el fabricante de automóviles había estado tomando decisiones con respecto a la gestión de sus operaciones día a día, planta por planta desde el comienzo de la pandemia del covid-19.
