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La historia de la "abuela" entrenadora que forjó al medallista que pulverizó récord en los 400 metros

Anna Sophia Botha, de 74 años, se robó las miradas mientras festejaba la medalla de oro del sudafricano Wayde van Niekerk, quien es su pupilo y con quien protagoniza una de las grandes historias de Río 2016.

15 de Agosto de 2016 | 17:46 | Emol
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La anciana fue clave en la obtención del oro.

Twitter (@BontleMode)
SANTIAGO.- Mientras Wayde Van Niekerk festejaba su oro y nuevo récord mundial en los 400 metros de Río 2016, había una especial espectadora de 74 años en las tribunas que se robó las cámaras por su emotivo festejo ante lo que hizo el corredor la noche del domingo.

El joven de 24 logró romper la marca que hace 17 años impuso Michael Johnson en el mundial de Sevilla, sobrepasando por 15 milésimas lo del norteamericano con un tiempo de 43.03 segundos.

Por el contrario a lo que muchos pensaron, la anciana no era una familiar del atleta ni mucho menos, sino la gran responsable de que el anterior récord se pulverizara.

¿Por qué? Pues Anna Sophia Botha, abuela de tres nietos, es la entrenadora del sudafricano desde hace tres años y quien logró generar un cambio en su mentalidad y entrenamiento para llevarlo a hacer historia en estos Juegos Olímpicos.

Ambos se conocieron en el año 2010 durante el Campeonato Mundial Juvenil de Moncton en Canadá, cuando el entonces estudiante de bachillerato quedó cuarto en la final de los 200 metros. Pero sus caminos se unieron en el 2012, cuando Van Niekerk llegó a estudiar marketing en la Universidad del Estado Libre de Sudáfrica donde ella era la entrenadora jefa del equipo de atletismo.

Entonces, la ex velocista y saltadora en la década del 60 se comprometió a sacar todo el potencial de su pupilo y hacer de él el mejor de todos. Y lo logró.

"Me reuní con sus padres y trazamos un plan", contó Botha al diario City Press de su país. Los primeros meses de entrenamiento se centraron en reforzar su musculatura y rehabilitar las lesiones antiguas que aquejaban a su nuevo pupilo.

Luego llegó el gran salto en su carrera, cuando decidió que lo Van Niekerk no eran los 200 metros, sino que los 400. Rápidamente el corredor se transformó en el mejor de su país en esa prueba y pronto comenzaría a sumar logros en el ámbito internacional de la mano de su tutora.

Al primer lugar conseguido en el campeonato sudafricano el 2013, le siguieron el campeonato mundial de ese mismo año y una plata en los Juegos de la Mancomunidad en el 2014.

"Lo único que hago es robar ideas de entrenamiento. Si veo que algo puede funcionar con mis atletas, trato de implementarlo", confesó la veterana preparadora, que no piensa de momento dejar su trabajo por el cual siente "mucha pasión".

Recordando los tiempos en que su alumno comenzó a mostrar sus primeros frutos, Botha declaró que "no diría que tuve miedo, pero sí que sentí la gran responsabilidad de explotar todo el potencial de este atleta".

Y lo está consiguiendo. De hecho, el mismo Johnson llenó de elogios al pupilo de la anciana. "¡Oh, Dios mío! Del carril 8 al récord del mundo. Él es tan rápido. Nunca había visto a alguien hacer algo así de los 200 a los 400 metros", expresó.

"Eso fue una masacre de Wayde van Niekerk. Simplemente borró a sus rivales. Es tan joven, ¿qué más puede hacer? ¿Puede bajar de los 43 segundos? Es algo que yo pensé que podía hacer, pero nunca lo hice", cerró el otrora récord mundial.

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