Se salió de sus casillas.
Reuters
SANTIAGO.- La "tarde de furia" de Arsene Wenger terminó costándole muy caro. La Asociación de Fúbol de Inglaterra (FA) decidió darle un duro castigo al técnico del Arsenal por su comportamiento en el duelo ante el Burnley.
El DT francés fue expulsado de la banca en dicho compromiso, debido a sus aireados reclamos contra el árbitro del partido luego de que este pitara un penal a favor del equipo rival en el alargue, y posteriormente se negó a abandonar el túnel desde donde estaba presenciando los minutos finales del partido, hecho que está prohibido en el país europeo.
Aunque eso no fue lo único. Poco antes de que se acabara el partido, Wenger se enfrascó en una dura discusión con el cuarto árbitro, a quien incluso le dio un empujón dado que no quería irse a camarines.
Sin embargo, su salida de casillas no pasó impune, ya que la FA decidió castigarlo con cuatro fechas de suspensión, por lo que se perderá los duelos ante el Southampton, el Wathford, el trascendental partido ante el Chelsea y el compromiso contra el Hull City.
Además, el ente rector del fútbol inglés lo multó con una altísima suma de 25 mil libras, lo que equivale a unos 20 millones de pesos chilenos.
"Debí haberme callado, y pido perdón por no haberlo hecho. No fue con mala intención. Tuve que mantener el control, incluso si todo esto ocurrió en un momento muy loco", había manifestado Wenger tras el partido, disculpas que, al parecer, fueron insuficientes.