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El paso a paso del bochorno que provocó aerolínea chilena y por el que casi descalifican a equipo argentino de la Libertadores

Atlético Tucumán vivió un calvario para poder llegar a disputar el partido contra El Nacional de Ecuador. Las autoridades del club no dudan en responsabilizar a la empresa Mineral Airways como la culpable de todo.

08 de Febrero de 2017 | 13:00 | Emol
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Una hora más tarde llegó el bus con el equipo al estadio.

Reuters
SANTIAGO.- Atlético Tucumán llegó el pasado domingo a Guayaquil. La idea del cuadro argentino, que por primera vez en su historia disputa una Copa Libertadores, era aclimatarse para prepararse a los 2.600 metros sobre el nivel del mar que se encontrarían en Quito, donde enfrentarían a El Nacional.

Hasta ahí todo bien. Entrenaron el lunes y ya ayer martes se disponían a viajar a la capital ecuatoriana. Aquí comenzó su calvario.

Los trasandinos escogieron la aerolínea chilena Mineral Airways, miembro del grupo DAP, para viajar desde Argentina a Guayaquil y de ahí a Quito. A las 15:00 horas ya estaban sobre el avión esperando despegar.

Y vaya que esperaron. "Nadie nos dijo qué pasaba. A las 3 de la tarde estábamos arriba del avión donde estuvimos una hora y media, el piloto tuvo que abrir las puertas para que circulara el aire y después nos hicieron bajar a la pista en donde estuvimos otra hora", señaló Pablo Lavallén, técnico del "Decano".

¿Qué pasó? Los encargados del vuelo les anunciaron que no recibían la autorización para viajar. El plantel estuvo sentado esperando una solución en la misma aeronave que los trasladó de Tucumán a Guayaquil, el domingo por la noche. Los responsables del vuelo chárter le explicaron a los dirigentes del club tucumano que la prohibición de despegue se debió a un conflicto con las autoridades aeronáuticas del aeropuerto "José Joaquín de Olmedo" por no tener, presuntamente, la documentación en regla.

Ésta es la explicación que dio en su momento la Dirección General de Aeronáutica Civil de Ecuador:



Y ésta es la respuesta de DAP:



Fue ahí cuando el presidente de Atlético Tucumán, Mario Leito, gestionó de urgencia un vuelo privado con capacidad para 25 personas para trasladar a los 19 jugadores, el cuerpo técnico y unos pocos dirigentes, mientras notificaba a las autoridades de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) de lo sucedido.

Ese vuelo pudo despegar recién cerca de las 20 de Argentina y su aterrizaje estaba previsto para las 21.15, horario en que el partido debía comenzar.

Y llegó la hora programada para el partido. En el estadio Atahualpa de Quito todos ya sabían lo que sucedía. Los jugadores y cuerpo técnico de El Nacional estaban listos para salir a la cancha. Pero les dijeron que esperaran. Que se recurriría al reglamento de Conmebol donde se establece que son 45 los minutos de espera por un retraso. Era imposible que el conjunto argentino llegase a tiempo, ya que, dicen, desde el aeropuerto al estadio hay 50 minutos de viaje.

Las autoridades locales de Quito dispusieron que policías motorizados escoltaran al bus y le abrieran paso para que llegasen a tiempo. También iba Luis Juez, embajador de Argentina en Ecuador, y quien exigía que los esperaran. "No me rompan las pelotas con el reglamento", gritaba.

Así viajaba el bus a toda velocidad:



Pasó el tiempo reglamentario. Ahora todo dependía de El Nacional. Podían dar media hora más, o bien darse por ganadores. La primera postura de la dirigencia ecuatoriana era hacer cumplir el reglamento. Pero ante las suplicas de los argentinos accedieron. Además, en el estadio ya habían casi tres mil hinchas trasandinos.

Ahora surgía otro problema. La utilería de Atlético Tucumán no había viajado. No tenían camisetas ni zapatos. Así que sus rivales accedieron a prestarles sus poleras de recambio y chuteadores. Estaba todo armado en el camarín.

Hasta que llegó el bus a las 22:09 horas. Uno a uno bajaron raudamente los jugadores. En sus rostros se evidenciaba lo nervioso que estaban. Y al llegar a vestuarios se encontraron con otra sorpresa: La selección argentina Sub 20, que por casualidad está en Quito disputado el hexagonal del Sudamericano, llegó al recinto y les facilitó toda su equipación.

A las 22.17 los jugadores de Atlético Tucumán salían al campo de juego para la entrada en calor. Fueron 7 minutos de movimientos en la cancha, la siempre complicada altura. Ya a las 22:24 el equipo volvió al vestuario y después salió al campo de juego.

El juez uruguayo Andrés Cunha dio el pitazo inicial a las 22.43. Lo que pasó en 90 minutos agiganta aún más la historia. Los argentinos ganaron 1-0 como visita y clasificaron.