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El intenso partido de Martín Palermo desde la banca en Unión Española: Gritó, se enfadó y celebró con mesura

El técnico argentino vivió un encuentro aparte en el triunfo por 2-0 sobre Atlético Cerro, que le dio a su equipo la clasificación a la Fase 2 de la Copa Libertadores.

08 de Febrero de 2017 | 12:10 | Por Diego Almazabar, Emol
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Martín Palermo, entrenador de Unión Española, vivió un intenso duelo ante Cerro.

Photosport
SANTIAGO.- El aplauso fue cerrado. Martín Palermo, ex goleador histórico de Boca Juniors y ahora entrenador de Unión Española, cruzó el gramado del estadio Santa Laura hasta llegar al banco de suplentes, vestido con un elegante terno negro. Nadie quedó indiferente.

Saludó a unos hinchas que los vitorearon y de inmediato se paró al frente de la banca a la espera del inicio del partido ante Atlético Cerro, por la Fase 2 de la Copa Libertadores.

Si bien los pronósticos eran favorables para el equipo nacional, tras el 3-2 obtenido en la ida, eso no era garantía para Palermo, quien durante todo el encuentro así lo demostró.

Desde el minuto uno hasta el término del lance nunca se sentó. Caminaba de un rincón al otro, gritando intensamente para que sus pupilos lo escucharan.

Durante el primer tiempo la mayoría de los diálogos iban a Pablo Galdames y Felipe Seymour, quienes transmitían las ideas del entrenador a sus compañeros, pero muchas veces perdió la paciencia cuando estos no cumplían las tareas que él les encomendaba.

A los 15 minutos de juego a los hispanos les costaba salir, y el público local le hacía sentir su molestia al DT, "saca al equipo Palermo", se escuchó en varias ocasiones desde las tribunas.

Después, el elenco chileno se acomodó y empezó a atacar. Y cuando Jorge Ampuero marcó el primer tanto, a los 34’, lo que primó en Palermo fue la mesura. Ningún miembro del cuerpo técnico celebró, todo lo contrario, llamaron a los mediocampistas para dar indicaciones.

Junto al entrenador estaba Roberto Abbondanzieri, su ayudante técnico, amigo y ex compañero en Boca Juniors, donde se cansaron de ganar campeonatos.

Ambos parecían una dupla técnica, el ex meta xeneize, vestido con un buzo, estuvo al lado de Palermo y exclamaba con la misma intensidad que su compañero: a Diego Churín le pegó un grito desaforado en el primer tiempo por no ir a cabecear un balón.

Ya en el desenlace, ambos siguieron manteniendo la calma tras el gol de Sebastián Jaime, que cerró la llave con el 2-0 a favor y 5-2 en el global.

Terminó el partido, y Palermo se retiró tranquilamente hacia camarines, mientras la hinchada hispana lo volvía a vitorear. Claramente, el DT ya está ganado el cariño de los seguidores del cuadro de Independencia.