SANTIAGO.- El claro triunfo que consiguió Colo Colo ante Universidad Católica por 2-0 dejó una serie de hechos para consignar antes, durante y después del partido, cuyo resultado dejó a los albos líderes absolutos del Torneo de Clausura, mientras que los cruzados quedaron penúltimos del certamen, tras cuatro derrotas consecutivas.
Esto es lo que no se vio de la edición 172° del lance entre el equipo del técnico Pablo Guede frente al conjunto de Mario Salas, disputado en el estadio Monumental ante más de 35 mil espectadores.
"Las tres lucas no se tocan"
Desde hace dos años que el valor del estacionamiento al interior del estadio Monumental tiene un valor de $3.000 para el público general y $1.000 para la prensa acreditada.
Aunque se esperaba que el costo podría haber sufrido un cambio por la nueva ley de estacionamientos "las tres lucas no se tocan", aseguró uno de los encargados del lugar, quien explicó que "con ese precio afuera nadie te asegura que a tu auto no le va a pasar nada. Aquí te los cuidamos como corresponde".
Barticciotto, el "regalón"
Faltando poco más de dos horas para que comenzara el lance entre albos y cruzados, en el sector Océano apareció el ex delantero y ex entrenador de Colo Colo, Marcelo Barticciotto.
Como era de esperar, al campeón de la Copa Libertadores con el Cacique en 1991 lo recibieron con bastante cariño y aplausos. Muchos se fotografiaron con el comentarista y una que otra hincha no ocultó su aprecio por el ex atacante: "'Barti' es mi regalón, es mi ídolo…".
Atentos por Alexis
No fueron pocos los hinchas que cortaron la espera al pitazo inicial viendo el partido del Liverpool ante el Arsenal de Alexis Sánchez, por los televisores que se encuentran en el hall del acceso principal del estadio Monumental.
Los forofos del Cacique observaban sorprendidos el duelo al saber que el tocopillano se encontraba en la banca de suplentes. Muchos reclamaban contra el técnico de los "Gunners", Arsene Wenger, por dejar en la suplencia al chileno. Sin embargo, cuando a los 46 minutos ingresó al campo varios aplaudieron, más aún cuando dio una perfecta asistencia para Danny Welbeck en el descuento 2-1.
Proyectiles escondidos
Antes que llegaran los equipos al Monumental, Carabineros realizó un control de inspección por todos los rincones del recinto de Pedreros, con el objeto de encontrar algún artefacto explosivo o incendiario.
Y en uno de esos controles, se incautaron tres proyectiles, los que estaban escondidos en el baño de mujeres del sector de la galería Arica. Los elementos fueron sacados del lugar y ninguna bomba de estruendo se escuchó durante el cotejo.
La pintoresca maleta de Esteban Paredes
Eran las 16:00 horas cuando ingresó al estadio Monumental el bus con el plantel de Colo Colo. Como viene siendo la cábala durante este campeonato, el primero en bajar fue el técnico Pablo Guede, y el último la gran estrella del equipo albo: Esteban Efraín Paredes.
El 7 de los albos era por lejos el más aplaudido al momento de descender, pero esta vez el atacante llamo la atención por una pintoresca maleta con ruedas que no dejó indiferente a nadie. Finalmente, el goleador fue una de las figuras del encuentro y marcó el primer tanto de la jornada.
El incondicional apoyo de las mamás de los Sub 20
Para el encuentro ante la UC, en Colo Colo fueron citados los Sub 20 Gabriel Suazo e Iván Morales. Los dos venían de la frustrante campaña de la "Roja" en el sudamericano Sub 20, donde quedaron eliminados en la fase de grupos. Ante los cruzados el primero fue titular y realizó una buena faena, mientras que el segundo vio el encuentro desde el banco.
Pero una cosa en común que vivieron ambos jugadores albos fue el apoyo incondicional de sus madres. Cuando llegó el bus con los jugadores, la primera que estaba atenta para saludar a su hijo era la mama de Suazo, quien estaba con la camiseta alba puesta y apenas lo vio le dio un fuerte abrazo. Mientras que en el sector de Océano, cuando saltó el equipo a la cancha, la madre de Morales lo saludó feliz y le mandó besos mientras su hijo le sonría y le hacía gestos con las manos.
Capitán hay uno solo
El viernes trascendió que Gonzalo Fierro podía ser el capitán de los albos frente a los cruzados, teniendo en cuenta que antes que perdiera la titularidad el carrilero por derecha era el indiscutido en llevar la jineta.
Sin embargo nada de ello ocurrió. El capitán fue Esteban Paredes, y desde el cuerpo técnico aseguraron que "la capitanía no se cambia. Para Pablo el capitán es Esteban".
La rabia de Santiago Silva
No le salió nada al delantero de Universidad Católica, Santiago Silva, frente a Colo Colo. El uruguayo llegaba al Monumental con el preocupante registro de cero gol convertido tras cuatro partidos disputados.
Por eso, desde el primer minuto el ex Boca Juniors se le vio corriendo por todo el sector de ataque, guapeando a los zagueros, pero así y todo fueron escasas las acciones que tuvo para marcar. Esto provocó que en varios pasajes del partido se ofuscara con sus compañeros, a quienes claramente los recriminaba para que corrieran más. Su rabia llegó a tal punto que increpó a Enzo Kalinski y Diego Buonannotte. Para peor, tuvo un encontrón con Claudio Baeza que le costó la amarilla.
Paulo Garcés ovacionado
Minuto 79 del lance entre Colo Colo y Universidad Católica. Justo Villar abandona el campo lesionado y en su reemplazo ingresa Paulo Garcés, meta que muchas veces ha sido resistido por la fanaticada alba.
Sin embargo, esta vez en Pedrero todo fue muy distinto. Al momento de saltar al gramado de Macul el formado en la UC recibió una gran ovación de los hinchas. Es más, algunos forofos del sector Océano le gritaron: "Fuerza Paulo", "Con todo Garcés". Finalmente, el golero respondió y dejó su arco en cero.
El sentido apoyo a Villar
Se jugaban los últimos minutos del segundo tiempo y ya estaba desatada la algarabía en el Monumental. Todo marchaba bien, hasta que vino el momento con la lesión de Justo Villar.
Tras abandonar la cancha y una vez que se encontraba sentado en el banco suplentes, los compañeros Mark González, Ramón Fernández y Andrés Vilches se acercaron al portero paraguayo para consolarlo, mientras el cuerpo médico atendía su rodilla, la misma que hace un tiempo lo tuvo fuera de la actividad.