El error de Paulo Garcés le costó caro y sólo uno del rival fue en su auxilio, más su familia.
Aton
SANTIAGO.- Sebastián Ubilla, Felipe Mora y Octavio Rivero fueron los autores de los goles que dejó el empate 2-2 entre la Universidad de Chile y Colo Colo.
A continuación te mostramos lo mejor que pasó antes, durante y después del compromiso disputado en el Estadio Nacional.
Incidentes de hinchas de Colo Colo
Muy temprano comenzaron a llegar los aficionados de Colo Colo al Estadio Nacional. Y su arribo no fue de los más tranquilos.
Pese a la advertencia de que no podían ir con camisetas de los albos, fueron muchos los que igual se la pusieron y enrostraron a los forofos laicos. Además, hubo un grupo de 10 hinchas que se saltaron todas las medidas de seguridad y entraron de mala forma. Carabineros los persiguió y logró arrestar a cinco de ellos ante la airada reacción de los otros fanáticos del Cacique.
Los lesionados llegaron a apoyar
Matías Zaldivia en los albos y Luciano Fabián Monzón en los azules fueron dos de las bajas obligadas producto de lesiones.
Pero igual ambos dijeron presente en Ñuñoa. El primero es el que tiene un panorama mas complicado tras ser operado por rotura de ligamentos y avisó que "llevo dos meses de la cirugía y ya estoy recuperando masa corporal". Mientras que el de los laicos señaló que "el técnico me va cuidado de a poco porque tuve una recuperación difícil. Espero volver la próxima semana".
Estruendoso recibimiento azul
Hace tiempo no se veía en las canchas chilenas un recibimiento como el que tuvo la U de parte de su fanaticada.
Cuando el plantel azul saltó al gramado del principal recinto deportivo del país fue saludado con interminables fuegos de artificio, bengalas y humos con los colores azul y rojo. La escena se repitió cuando el equipo regresó del entretiempo.
Los millonarios tiros de esquina
Uno de los principales auspiciadores del Torneo de Clausura premió a los hinchas que asistieron al Nacional. Y de una singular forma.
Es así como Loto entregó un millón de pesos por cada tiro de esquina que hubo en el Superclásico. En total fueron seis los lanzamientos de rincón y los ganadores eran anunciados en el tablero marcador.
Guede cambió la cábala
El técnico del Cacique es un reconocido seguidor de las cábalas y de cualquier tipo de ayuda que pueda servirle a su equipo. Y una de ellas es su vestimenta.
Como siempre se le vio con un terno negro, camisa blanca. El cambio llegó en las zapatillas. Hasta la caída 2-3 a manos de Deportes Iquique usaba unas negras con balnco. Pero en el Superclásico se le vio con unas solamente blancas. "Tras el partido quiso cambiar. Dijo que ya se había pasado la magia de las otras", reconoció un miembro de su staff técnico.
El único que consoló a Garcés
Cuando Franz Schultz sacó el centro y Felipe Mora cabeceó la pelota muchos se dieron vuelta porque era un tiro fácil para ser controlado por Paulo Garcés. Pero no.
Al portero se le arrancó la pelota y fue el 2-1 transitorio de la U. El golero no se quería levantar de la vergüenza y sólo uno de sus compañeros se acercó a consolarlo. Fue Jaime Valdés, quien corrió hasta el arco y levantó al oriundo de Parral.
La dura reprimenda de Paredes a Pavez
No fue uno de los mejores partidos de Esteban Paredes. El goleador albo nunca tuvo una ocasión clara de gol, fue bien anulado por la dupla de Jara y Vílches y eso se notó en sus reacciones.
Ante el error de Paulo Garcés en el 2-1 transitorio de la U sólo lo miró desde lejos y levantó sus brazos en señal de desaprobación. Pero luego sí que explotaría. Se jugaban los 85 minutos y el marcador estaba 2-2. Rápido contragolpe de los albos al mano de Esteban Pavez y el volante perdió la bola en la mitad de cancha propiciando el ataque azul. Ahí Paredes lo encaró con todo. Le gritó fuertemente porque no le dio la pelota a él que estaba bien ubicado. Pavez se hacía el desentendido, ante lo cual el "Tanque" se acercó a él y le reprochó en su cara. Silencio absoluto del mediocampista.
El enojo de la familia de Paulo Garcés
Paulo Garcés fue sin lugar a dudas uno de los grandes protagonistas del empate 2-2. El portero tuvo toda la responsabilidad en el 2-1 de Felipe Mora al no poder controlar un cabezazo que parecía fácil.
Es por eso que el golero era el más esperado por los medios a la salida. También lo aguardaba su hermano Óscar, quien no ocultó su malhumor ante lo sucedido y puso cara de pocos amigos al ver a la prensa. Al intentar conversar con él, su respuesta fue una desafiante mirada y se fue del lugar.