El "equipo B" de la UC los devolvió a la pelea.
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SANTIAGO.- Domingo 16 de abril. Universidad Católica es goleada por Audax Italiano por 5-2 y en ese entonces se hablaba que se despedía de la lucha por el título. Y claro, si finalizada la fecha 10 los cruzados quedaban undécimos con sólo 13 unidades, a distantes 8 puntos del líder Colo Colo.
Fue ahí cuando Mario Salas tomó la decisión. "Nosotros tenemos dos objetivos este semestre y sin duda que el que más cerca se ve es el de pasar la primera fase de la Copa Libertadores. Le daremos la importancia que se merece en este momento, porque es lo que más cerca tenemos. Por lo tanto, la importancia mayor en este momento la tiene la Copa Libertadores".
El mensaje era claro, se olvidaban del tricampeonato. La decisión fue criticada por algunos hinchas que no querían que se botara el Clausura por privilegiar la Libertadores. Y lo demostró el pasado viernes 21 de abril cuando los de la franja recibieron a O'Higgins y paró un equipo con siete suplentes. Franco Costanzo, Stefano Magnasco, Carlos Lobos, Carlos Espinosa, Christian Bravo, Fernando Cordero y Roberto Gutiérrez tenían su oportunidad.
No la desaprovecharon. Golearon 5-2 a los celestes y ascendieron al noveno lugar con 16 puntos, a cinco de los albos y azules que eran punteros.
Luego cayó 1-2 con San Lorenzo en Argentina y llegó el clásico universitario. Repite la idea. Salas para un equipo con mayoría de alternativas. Nuevamente Costanzo, Magnasco, Lobos, Espinosa, Cordero, Bravo y Gutiérrez. Y otra vez triunfo. 3-1 contra la U, otro aspirante al título.
Con esto el "Comandante" sale al paso de las críticas. La dosificiación trajo réditos y hoy los de la precordillera están de vuelta con 19 unidades. Momentáneamente a dos de los azules, los albos e Iquique.