El "Comandante" elogió la actitud de sus jugadores.
Reuters
SANTIAGO.- Amargura pura hubo en el camarín de Universidad Católica luego de la dolorosa eliminación de la Copa Libertadores tras caer 3-2 ante Atlético Paranaense.
Culminado el compromiso disputado en San Carlos de Apoquindo, el técnico Mario Salas analizó lo que fue duro traspié que dejó a su escuadra sin la opción de seguir avanzando en el torneo y también sin la chance de jugar la Copa Sudamericana.
"Pudimos haber extendido la diferencia y al final terminamos sufriendo en base a virtudes de ellos más que defectos nuestros. Católica hizo un buen partido. Tuvimos gran dominio del partido durante gran parte del encuentro. Paranaense sacó a relucir toda su jerarquía en los últimos minutos", explicó el "Comandante".
En esa misma línea, se refirió a a la decepción que significó el resultado para su plantel, que tenía como único objetivo en el semestre seguir con vida en la Libertadores, luego de su irregular Clausura.
"Estamos muy frustrados. Es una sensación que no es grata. En el global no nos superan. Una frustración tremenda, se dan cosas en los últimos minutos y ahora tenemos que reflexionar. Católica peleó hasta el final y no esperábamos perder este partido. Es un golpe tremendo. Lo sentimos por el hincha, por no darle una satisfacción", analizó.
Finalmente, se refirió las chances que tiene su elenco de reforzarse para la próxima temporada, asegurando que "no depende de mí", traspasándole así presión a la dirigencia de Cruzados.
