Incertidumbre en la tienda alba.
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SANTIAGO.- No convenció para nada. Al contrario. Colo Colo estuvo lejos de brillar y protagonizó un partido para el olvido en su estreno esta temporada, al caer por un categórico 4-1 ante Deportes La Serena en el norte.
Fue la primera jornada de la Copa Chile, y ya quedó con un pie afuera del certamen. Con esto, se complica uno de los objetivos que se había trazado el conjunto albo: defender el título conseguido el año pasado.
La dura derrota fue tal que despertó los fantasmas de la última parte del semestre pasado en el plantel del Cacique, cuando prácticamente regalaron la opción de coronarse campeones del Torneo de Clausura.
En ese marco, uno de los principales apuntados fue el técnico Pablo Guede, especialmente por el difuso planteamiento que realizó en La Portada. Desorden en defensa, pocas llegadas y falta de finiquito fueron las grandes dudas que dejó Colo Colo en su debut, gastando aún más el crédito que le queda al DT argentino al mando del equipo.
Aunque lo más preocupante fue lo ocurrido en la zaga. El cuadro albo recibió cuatro duros mazazos que dejaron en evidencia la fragilidad de su retaguardia. El esquema de tres centrales, con Julio Barroso como último hombre y acompañado por Claudio Baeza y Fernando Meza, claramente no rindió frutos ni dio el ancho para contener los contragolpes granates.
Es más. Dejando al margen el tercer gol serenense, facturado tras un polémico penal, todas las conquistas tuvieron responsabilidad de la zaga. En la primera nadie logró despejar un saque lateral que terminó en los pies de John Mosquera, quien recibió completamente sólo en el área. Luego, Jonathan Suazo cabeceó sin marca y puso el segundo para los locales, ante la débil resistencia del golero Agustín Orión. Y la última, el mismo Mosquera -en clara posición de adelanto- marcó luego de un veloz contragolpe, beneficiándose de la mal parada defensa alba.
Sin embargo, eso no fue lo único. A las dudas en la retaguardia, se suman las escasas ocasiones generadas y la poca efectividad para concretarlas.
El conjunto de Pedrero tuvo al menos dos chances claras para convertir la paridad durante el primer tiempo. No obstante, no pudo anotar ninguna. Ramón Fernández probó con un remate que salió demasiado centralizado a los 38 minutos, y posteriormente Marcos Bolados tuvo un mano a mano con el meta Pedro Carrizo, pero definió mal y finalmente el arquero contuvo.
En el complemento, más de lo mismo. El ingreso de Octavio Rivero le dio un nuevo aire al ataque colocolino, pero sólo consiguieron convertir un descuento mediante una soberbia definición de "sombrerito" del certero Esteban Paredes.
Por añadidura, se incluye la poca capacidad que tuvo el equipo de Guede para mantener el resultado, ya que en los últimos cinco minutos del partido les convirtieron dos goles más, complicando aún más la llave de vuelta que se disputará el próximo sábado en el Monumental, en la que los albos deberán jugarse el todo por el todo para revertir el marcador y seguir con vida en su carrera por mantener el título.