El defensa de Colo Colo Julio Barroso disputa el balón con el delantero de la Universidad de Concepción Walter Ponce.
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SANTIAGO.- Aunque ya han pasado cinco días que la Universidad de Concepción derrotó por 2-1 a Colo Colo en el estadio Monumental, al interior del elenco de la Región del Biobío continúa la rabia contra el árbitro Julio Bascuñán.
En el Campanil existe mucha molestia con el juez por no haber expulsado a Julio Barroso y Jaime Valdés, quienes agredieron a Walter Ponce y José Huentelaf, respectivamente.
Las imágenes de TV fueron muy claras: Barroso golpeó con su brazo izquierdo el rostro de Ponce, mientras que Valdés no bajó su pie y cortó con un toperol de su zapato parte de la rodilla de Huentelaf. En ambas jugadas, Bascuñán estaba cerca y bien pudo sancionar las agresiones, pero no lo hizo.
Así, la rabia en el conjunto universitario continúa contra el árbitro por no haber tomado determinaciones contra los dos jugadores albos.
"Conozco más a Jaime que a Julio, pero él (Barroso) va con toda la intención de golpear con todo a un compañero. Después Jaime, en una jugada de fútbol, va con fuerza desmedida. Si bien no le pega tan fuerte, pero le reabrió la herida a Huentelaf y no pudo seguir jugando", dijo el volante Hugo Droguett a El Sur.
"Fueron dos acciones muy claras y yo estaba a medio metro", agregó el mediocampista.
Droguett explicó sobre este mismo tema que "el equipo trabajó de buena manera, después defendió por cómo se dio el partido y donde el árbitro le perdonó dos expulsiones a ellos y después, en una jugada que creo es igual de justa la amarilla y nos expulsan a Berríos, pero Colo Colo debió quedar con dos menos".
