La imagen que provocó toda la polémica.
Pantallazo
SANTIAGO.- Sin trabajo, castigado, imposibilitado de volver a jugar por un tiempo y duramente multado. Ese es el amargo presente que atraviesa el portero Wayne Shaw en Inglaterra. Y todo por haberse comido un sándwich durante un partido.
Luego de una investigación de cerca de siete meses, la Asociación de Fútbol de Inglaterra (FA) determinó que la acción que protagonizó el portero en el duelo entre el Sutton United y el Arsenal se debía a que habría participado en un juego de apuestas.
Por lo mismo, recibió una fuerte sanción esta semana. "Shaw ha sido multado con £375 (488 dólares) e inmediatamente suspendido del fútbol o toda actividad relacionada con el fútbol durante dos meses después de que fue acusado en relación con un incumplimiento de las Reglas de la FA", señala la declaración.
Por añadidura, el golero había sido despedido por el Sutton -club de la quinta división del sistema de ligas de Inglaterra- a penas comenzaron las sospechas de un arreglo, situación que fue tajantemente negada por el guardametas.
"Pasé una depresión porque nadie me pidió mi parte de la historia, nadie me preguntó. La reacción del club fue apartarse de ello pero nadie sabe que yo no gané ningún dinero con todo eso y mis amigos tampoco", se defendió el portero.
Además, Shaw reveló el duro momento que está atravesando por haber comido ese fatídico sándwich en febrero pasado. "Mi mundo cayó. Era un mar de lágrimas. Nunca había sido despedido en mi vida. Está en mi mente todos los días y probablemente estará durante mucho tiempo. He pasado por la depresión. No he dormido bien, pude sentir que me estaba estresando. Todavía tengo ese nudo en mi estómago", reconoció.