La mirada de Juvenal: El real aporte de David Pizarro y los problemas de la UC en el clásico
El equipo de Guillermo Hoyos ganó con una propuesta apegada a la historia de la U, mientras el equipo de Mario Salas insinúa un juego agresivo y sin embargo nunca llega a desequilibrar o quedar mano a mano en defensa.
30 de Octubre de 2017 | 22:52 | Emol
Por Juvenal OlmosComentarista y ex entrenador de la selección chilena
Sin ser un Clásico brillante desde lo futbolístico, el duelo entre la U y la UC fue un partido bien disputado y donde afortunadamente el resultado no pasó por la búsqueda de protagonismo por parte de la cuarteta referil.
Los esquemas de Hoyos y Salas hicieron tablas por los costados, se formaron parejas pensando más en anular al contrario que en atacar y generar desdoblamiento de funciones. Tuvo que aparecer la experiencia de David Pizarro para marcar la diferencia. El gol del volante a los 34 minutos terminó siendo el centro neurálgico de cómo se jugó el partido desde las bancas.
El equipo de Guillermo Hoyos ganó con una propuesta apegada a la historia de Universidad de Chile. Mucho orden en la distribución de los jugadores, un colectivo tremendamente solidario para defender y una preparación atlética que permitió a sus jugadores responder a un segundo tiempo de alta intensidad, con piernas para replegarse y energías para contragolpear.
El equipo laico dibujó delante de su línea de cuatro a Rafael Caroca y Lorenzo Reyes, quienes presentan buen quite, distribuyen de manera eficiente al zapato del compañero y su despliegue hace recordar a grandes duplas en ese sector como Musrri/ Mardones, por ejemplo.
El corazón del equipo se encuentra en esta zona y Hoyos le introdujo una pincelada de talento y búsqueda de profundización para sus atacantes, haciendo entrar sorpresivamente desde el arranque a David Pizarro.
¿Fue clave el ingreso del "Fantasista"? Su titularidad se justificó porque su influencia definió el clásico. En el gol tuvo lectura completa de la jugada y definió con borde interno y mucha precisión, controlando el deseo interior de todo futbolista de meterle el empeine para ganar en potencia. Pero más allá del gol, la influencia del volante en el trámite del partido debemos observarla desde varios ángulos para no sobrepasarnos en halagos ni caer en análisis desacertados.
Cuando el partido se hizo lento pudo aparecer el porteño con pases que descongestionaron la salida limpia de Universidad de Chile, especialmente cuando el mediocampo de la UC quiso apretar. Hay que ser claros sí que su juego fue de "apariciones" más que de constancia en el trámite organizativo. No le fue fácil encontrar los espacios de mitad de cancha hacia arriba, por lo que incluso se le observó desplazando a Reyes delante de los 2 defensores centrales.
Ahora, intervino en áreas a las que habitualmente le ha hecho el quite. Fue al piso, birló pelotas a la dupla Fuentes/Aued y se le vio convencido de su actuar en esta faceta.
Cuando el partido tomó vuelo en el segundo tiempo y la intensidad opacó el juego asociado, se quedó a medio camino entre colaborar defensivamente mediante la reagrupación o participar del contrataque. Ahí pasó a segundo plano su presencia dentro del terreno de juego.
¿Y Católica? La actual UC de Salas tiene una propuesta alejada hace tiempo del formato de juego que la llevó a conseguir el bicampeonato. Esta versión cruzada ha ido perdiendo profundidad y se ha hecho lenta en la reconversión ofensiva. Su elaboración excesivamente larga en ataque entrega tiempo valioso al contrario para que se pueda reagrupar de buena forma, teniendo siempre más defensores contrarios que atacantes propios. Los 8 goles a favor y los 11 en contra después de11 partidos son un buen reflejo que sostiene este argumento.
Se insinúa un juego agresivo y sin embargo nunca llega a desequilibrar o quedar mano a mano en defensa. Se otorgan calificativos como, presión alta, juego ofensivo permanente y lo que se entrega está muy lejos de estas características de juego. La actual UC de Mario Salas es un equipo que pone más énfasis en protegerse defensivamente que de agredir al contrario.
Así, la U se va con 3 puntos y certezas desde la banca técnica de cómo conformar un equipo competitivo en dos campeonatos, los cruzados con mucha dudas respecto de cómo se ha ido desmoronando un momento histórico para el club, lograr un bicampeonato y haber capitalizado tan poco desde entonces, algunos de los que partieron son más que los que llegaron, me refiero al goleador del campeonato Roberto Gutiérrez y a Jaime Carreño hoy en Everton. "Pequeños Grandes Detalles".