La mirada de Juvenal: ¿Quién juega mejor de los tres líderes? ¿Qué deben reforzar para ser campeón?
Estéticamente, Colo Colo saca varios cuerpos de ventaja. En la U de Hoyos el trabajo defensivo debe hacerse aún más eficiente, mientras Unión con Canales ha perdido velocidad.
06 de Noviembre de 2017 | 09:28 | Emol
Por Juvenal OlmosComentarista y ex entrenador de la selección chilena
Transcurridas 12 fechas tenemos 3 punteros encaramados en los 24 puntos. Tanto Colo Colo, Unión Española y Universidad de Chile, se mantienen de manera legítima en el liderato, pero con diferentes propuestas de juego, muy especialmente en la construcción de jugadas ofensivas.
Colo Colo, por ejemplo, inicia el ataque desde el fondo y a ras de piso; la U se salta el mediocampo mediante pelotazos largos que buscan principalmente el pivoteo de Pinilla. La Unión Española, en tanto, inserta a la dupla Jaime/Canales buscando con dos 9 más centralizados; el primero al espacio y el segundo al pie.
Estéticamente, Colo Colo saca varios cuerpos de ventaja. El equipo de Guede busca como principio de juego que la pelota salga a ras de piso desde Orión y se respeta el tránsito del mediocampo, como una zona de elaboración de la jugada ofensiva.
El cuadro albo se prepara colectivamente para atacar haciéndose ancho con Suazo/ Opazo y se verticaliza la pelota vía Valdivia o Valdés, quienes habitualmente son el conducto del pase gol.
Por otro lado, la U de Hoyos se aleja del "Jogo Bonito" y se defiende desde lo dogmático de los resultados, avalado por el campeonato ya ganado, finalista de la actual Copa Chile y puntero del campeonato.
A diferencia de Colo Colo, los azules apuestan a saltarse las líneas, partiendo por Johnny Herrera que opta por sacar largo y dividir la pelota. Sus defensores utilizan el pelotazo aéreo y frontal para salir desde el fondo, buscando el brinco ganador de un Pinilla en la desviación.
Sólo en el primer tiempo contra Santiago Wanderers salió desde su propio sector defensivo con 19 rechazos sin ninguna ventaja para sus atacantes. Algo así como jugar al más puro estilo uruguayo, el " fuerte y hacia arriba dejó de ser un accidente para transformarse en una constante".
La primera responsabilidad de un entrenador es ofrecer un equipo competitivo y Guillermo Hoyos lo ha logrado, principalmente apoyándose en la categoría de un plantel, que a nivel nacional debe ser el más laureado.
¿Y Unión? Atrás quedó la clásica dupla Churin/Salom, que estimuló de manera significativa Martin Palermo en el torneo pasado y en el que el contraataque llegó a trasformarse en un clásico del elenco rojo. Hoy busca el gol de manera más asociada, con transiciones más largas, pero menos vertiginosas. Muchas veces la demora en atacar hace que el rival ya se encuentre reagrupado con muchos jugadores.
Con Canales en cancha gana un atacante que se asocia y que recepciona muy bien a sus volantes, pero pierde velocidad. El equipo busca crecer desde la pelota bien tratada y a ras de suelo. Existe disciplina táctica y los jugadores respetan ese orden. Claramente hay más horas puestas en mejorar lo defensivo que lo ofensivo, pues de mitad de cancha hacia arriba comienzan los dolores de cabeza para los hispanos.
¿Qué deben mejorar los líderes para levantar la copa? Colo Colo debiera alejarse de las polémicas dentro y fuera de la cancha. El plantel tiene la nociva interpretación de que todo el mundo los quiere perjudicar y en razón de aquello muchas veces se meten en líos que ni siquiera existen. Pablo Guede debe aquietarse y aplomarse, estar en un equipo grande impone al DT de turno la serenidad y prudencia para tomar siempre las mejores decisiones.
Don Guillermo Hoyos, en tanto, hace caminar a su equipo por la cornisa y los resultados lo avalan. Si quiere salir campeón, el trabajo defensivo debe hacerse aún más eficiente. Defender con muchos no siempre es sinónimo de defender bien. La UC, por ejemplo, le llegó cinco veces a tiro de gol y Wanderers en 4 oportunidades.
El proyecto de Palermo es más complejo, pues debe convencer a su entorno que el salir campeón es una realidad. Sin embargo, no hay obligación impuesta por el club, pues la institución no invirtió en la conformación de un plantel para el logro de esta meta. Muestra clara de aquello se encuentra en la venta de César Pinares a mitad de año, dejando al equipo sin su mejor herramienta diferenciadora de mitad de cancha hacia arriba.
Ahora, en este baile de tres hay uno que no hemos nombrado y que quiere ser el cuarto. Everton quiere también meterse en la recta final y por los palos…