SANTIAGO.- Lo encararon en la cancha y luego en camarines. Julio Bascuñán tuvo que salir con resguardo policial luego de su arbitraje en la final de ida de la Copa Libertadores entre Gremio y Lanús.
Y es que de todos lados se lanzaron contra el juez nacional. Sobre todo por dos jugadas en los minutos finales del lance que terminó con victoria por la cuenta mínima para los de Porto Alegre.
La prensa no lo dejó pasar. "Bascuñán no estuvo a la altura. Al árbitro chileno se le fue el partido de las manos y tuvo dos errores graves: no expulsó a Geromel de Gremio ni cobró el claro penal del final para los brasileños", señala el trasandino Olé.
Incluso, resaltan las palabras del jugador Rolando García. "'El árbitro nos habló muy mal durante todo el partido'... Evidenciaron lo que claramente se vio en cancha, un chileno Julio Bascuñán desbordado a lo largo de los noventa minutos que se jugaron en Porto Alegre. Al pito trasandino se le fue el partido de las manos y tuvo dos fallos garrafales".
La Nación agregó que "fueron 10 minutos de desaciertos del juez principal, el chileno Julio Bascuñán, que en ese tiempo no sancionó un penal a favor de Gremio como tampoco expulsó a Jailson y cerca del final amonestó a Braghieri. Así, el zaguero de Lanús se perderá el encuentro definitorio, de la próxima semana. El VAR (video assistant referee, por sus siglas en inglés), no fue utilizado. Una rareza, después de que la Conmebol, que desembolsó 850 mil dólares para poner en funcionamiento el sistema de revisión de jugadas, dispusiera que entraría en vigencia para transparentar las decisiones arbitrales".
A su vez, Renato Gaucho, técnico de Gremio, sostuvo que "hasta Stevie Wonder vería ese penal y ni sería necesario el VAR para cobrarlo".
Tal fue el enojo de los locales que incluso lo encararon en camarines. Algo que quedó registrado en un video de los vestuarios.