Lexi Thompson perdió un título después del aviso de un espectador. Eso no ocurrirá más...
AFP
SANTIAGO.- Todo se remonta a abril pasado. La golfista estadounidense Lexi Thompson marchaba primera del torneo ANA Inspiration de Rancho Mirage y todo indicaba que iba camino a quedarse con el título. Pero de un momento a otro su rostro de concentración y tranquilidad por su desempeño tuvo un inesperado cambio.
¿Qué pasó? Desde la organización le avisaban que caía sobre ella un castigo de cuatro golpes por una infracción cometida el día anterior. La deportista no entendía nada hasta que le explicaron la razón. Videos habían demostrado que Thompson no colocó la pelota exactamente en el lugar que había marcado en el hoyo 17 de la tercera ronda.
Nadie notó la infracción en el momento y sólo se dieron cuenta recién el día domingo y porque un espectador la detectó por televisión y envió un correo electrónico a la organización. Luego de debatir el tema durante dos horas decidieron penalizar a Thompson.
Esta determinación abrió un duro debate en el golf y lo zanjaron con una decisión que puede cambiar el futuro de la disciplina: A partir del 1 de enero próximo -y tal como el fútbol y otros deportes- utilizarán lo que hasta ahora ha sido catalogado como "polémico" Video Assistant Referee, el ya conocido mundialmente VAR.
La decisión la tomaron en conjunto la Asociación Americana de Golf (USGA) y el Royal and Ancient, las máximas autoridades que establecen el reglamento de este deporte, con lo que de paso se dejarán de atender llamadas de los aficionados denunciando infracciones.
Estos organismos explican que la aplicación del VAR en el golf no será tanto para injusticias y errores como sucede en otros deportes, sino "para cazar a los tramposos y así evitar la intervención del público alertando de las infracciones de un determinado jugador".
A los grandes
Los torneos de los grandes circuitos, tanto de la PGA, LPGA, European Tour Y ladier European Tour, deberán tener una habitación acondicionada con uno o más árbitros que se encargarán exclusivamente de la visión y revisión de las imágenes que ofrece la televisión. En principio, ellos serán los únicos que pueden advertir de supuestas irregularidades que se cometan durante un torneo. Las llamadas exteriores ya no tendrán validez.
La interpretación razonable del jugador estará, por eso, siempre por encima de lo que se puedan ver en las imágenes, tal y como sucedió con Jon Rahm en la última ronda del Open de Irlanda tras reponer su marca después de moverla para que pudiera golpear su compañero de partido.
Con esto, los mensajes, llamadas telefónicas de los espectadores no serán tenidos en cuenta y solo se considerarán las decisiones arbitrales.