El antofagastino será uno de los 515 competidores confirmados en la carrera.
Archivo Personal
SANTIAGO.- La primera vez nunca se olvida. Menos si se da en el Rally Dakar, la prueba cross country más dura del mundo. Existen nervios, ansiedad, pero también las ganas de cumplir. Esas sensaciones siente por estos días un joven ingeniero que dejó de ejercer para hacer realidad uno de sus grandes sueños.
Hasta el 2016, Giovanni Enrico estaba entre los números y vestido de terno. Titulado de la Universidad Adolfo Ibáñez de Viña del Mar, el nortino figuraba inserto en el mundo laboral. Pero algo le faltaba, tenía un vacío en su interior: Extrañaba los motores.
"Soy de una familia muy tuerca. Todo comenzó un verano cuando estaba en Caldera y vi una moto por primera vez a los nueve años. Ahí nació esta pasión. Empecé a andar en quads y después en motos", relata a Emol Enrico, quien junto a Ignacio Casale competirá en la categoría de cuadriciclos.
Ese romance con las ruedas se vio interrumpido cuando cumplió mayoría de edad, etapa en la que abandonó su natal Antofagasta para emigrar a la Quinta Región. "Estuve ocho años parado sin andar en moto, entre lo que demoré en estudiar y retornar a mi ciudad", asegura.
7chilenos competirán en la prueba que pasará por Perú, Bolivia y Argentina
Pero el año pasado, lo que parecía una simple conversación en el gimnasio, terminó haciendo click en su cabeza. "Ahí conocí a mi amigo Luis Barahona y fue él quien me enseñó el tema del Rally. La verdad es que me gustó altiro la idea. Solo corría por diversión, pero esto de verdad me tincó", cuenta el piloto de 30 años.
Una profesionalización tardía y la "sorpresa" de participar
A diferencia de los otros seis créditos nacionales en el próximo Dakar, Enrico tomó en serio tarde el asunto. "Me gustaba hacer enduro, pero nunca competí. Comencé a dejar el carrete y entrenar harto en el gimnasio", confiesa.
El nortino correrá con el dorsal número 278 y espera llegar a la meta en Córdoba.
En ese sentido y a solo días de que terminara el plazo de la postulación para la carrera, Enrico no contaba con uno de los requisitos: haber corrido un evento internacional.
Estaba asegurado para el Atacama Rally, tercera fecha del campeonato mundial del Rally Cross Country, pero que recién se correría en agosto. Pese a este problema, envió su currículum y se llevó la gran sorpresa de quedar seleccionado.
"No quiero ser soberbio, no sé lo que deparan 9 mil kilómetros"
Giovanni Enrico
"Pensé que no iba a quedar, pero mi papá me dijo que no perdía nada. Envié y me encontré con la sorpresa de que podía correr. Quedamos todos felices en la familia", explica.
Guiado por el olfato del "Perro" Casale
A la prueba que arranca el próximo 6 de enero en Lima, Giovanni irá con su equipo de cinco personas, en el que su padre Milton es el jefe y su primo es el mecánico de cabecera del cuadriciclo, un Yamaha Raptor 700.
"El objetivo principal es terminar la carrera. Le tengo mucho respeto a la competencia. No quiero ser soberbio, no sé lo que deparan 9 mil kilómetros. La carrera más larga que he corrido fueron los 1.300 kms del Atacama Rally. Me sirvió, porque falló harto el quad y eso evita que ahora esté relajado y siente cabeza, afinando detalles, que mi asistencia funcione bien", analiza.
Además, el oriundo de Antofagasta va con la tranquilidad de ser apadrinado por Casale, quien ganó el título en 2014 y viene de ser subcampeón en la última versión.
"Me ha respondido todas las dudas que ha tenido. Para mí es uno de los mejores pilotos de la disciplina. Quiero sacarle el jugo a su experiencia, ha tenido mucha disposición conmigo", apunta.
Finalmente, no esconde la ilusión de que el Dakar pueda volver al país en 2019 para que así la armada chilena pueda ser más extensa que la actual. "Es un espectáculo para la gente y también es bueno para las empresas", acota.
Son los sueños de este antofagastino que se atrevió a abandonar la oficina para aventurarse por las inhóspitas rutas que depara la carrera off road más ruda del planeta...