Mal momento que atraviesa Colo Colo.
EFE
SANTIAGO.- La caída por la cuenta mínima ante Atlético Nacional por la Copa Libertadores dejó un amargo sabor en la boca de los hinchas de Colo Colo, que nuevamente no pudieron ver ganar a su equipo, ahora en el plano internacional. Ya acumulaban dos fechas sin victorias en el torneo local.
Una desagradable sensación que también debió sentir el entrenador Pablo Guede, luego de su fallido intento por mejorar el juego. Se la jugó con un par de cambios posicionales en la oncena titular.
Partiendo, la ausencia de Julio Barroso obligó al técnico argentino a meter mano desde la zona defensiva del equipo. Paró una línea de tres con Juan Manuel Insaurralde detrás de Matías Zaldivia y Claudio Baeza, quien dejó la zona de volantes para jugar como defensa por izquierda.
Si bien la retaguardia se vio ordenada, quien más sufrió a ratos fue el formado en Macul, quien incluso a poco del inicio ya se había ganado tarjeta amarilla.
Pero donde más baches tuvo el Cacique fue en el mediocampo, sector en el que a ratos fue un completo desorden, con un Jaime Valdés que actuó muy por debajo de su nivel. "Pajarito" fue otro de los que sufrió con los cambios posicionales. Comenzó el partido cargado a la derecha -al revés de como lo venía haciendo en el Campeonato Nacional- y fue uno de los más débiles en los albos.
Tan mal se veía el formado en Palestino que Guede en el segundo tiempo lo volvió a cargar a la izquierda, donde tampoco tuvo mucho protagonismo. Terminó reemplazado.
Otro que sumó poco fue Gabriel Suazo, quien perdió -sobre todo en la primera parte- pelotas con mucha facilidad y jugó condicionado por su temprana amarilla.
Los cambios tampoco dieron
Vinieron los cambios. Guede quería recuperar el mediocampo y cuando tenía listos para hacer ingresar a Brayan Véjar y Benjamín Berríos vino el gol de Atlético Nacional. Se pensó que desarmaría las modificaciones, pero no, insistió en los mismos nombres. La apuesta con los dos jóvenes tampoco surtió efecto y Colo Colo nada pudo hacer para dar la vuelta al compromiso.
En ofensiva, pese a que el DT del Cacique había probado jugar solo con un delantero, insistió en poner a Octavio Rivero acompañando a Esteban Paredes. Este último no tuvo su mejor partido, aunque poco le llegó con ventaja. Incluso, el uruguayo fue quien apareció con más contacto con el balón.
¿Y Valdivia? Fue de los que más intentó y que a ratos parecía desnivelar, pero le faltó compañía. Muchas veces mostró su descontento porque no tenía con quien descargar.
Así, Pablo Guede deberá seguir probando alternativas quizás este fin de semana en un nuevo duelo por el torneo local, ahora ante el empinado Huachipato...
