Sólo sufrió en la Libertadores.
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SANTIAGO.- Pablo Guede no dejó números tan malos en su paso por Colo Colo. Se proclamó campeón de la Copa Chile, ganó dos veces la Supercopa, una vez el Campeonato Nacional y no perdió ninguno de los clásicos que disputó. Cuatro títulos en un año y medio.
Su problema estuvo en el ámbito internacional. La Copa Libertadores se transformó en el gran karma del trasandino y de hecho nunca logró celebrar una victoria comandando al Cacique. Una deuda que ya no podrá pagar.
De los cinco partidos que dirigió al cuadro albo en la Libertadores, no ganó ninguno. Sólo empató dos. Un pobre rendimiento del 13,3% que aportó en su salida de Macul.
"Lo único que puedo decirle al hincha es gracias. Terminó el partido y terminaron cantando. Uno siente un dolor inmenso por no darle la alegría que merecían. Hoy lo que intentamos hacer no nos resultó. Ante eso hay que pedirle perdón y agradecerle porque estaban alentando al equipo", señaló Guede tras el duelo en que su equipo cayó por 2-0 frente al modesto Delfín, del pasado 5 de abril.
Dicho encuentro fue el último que el DT estuvo al mando del equipo albo en la Libertadores y marcó el desastroso nivel que su ahora ex escuadra ha tenido en el certamen.
Aunque su sufrimiento comenzó el año pasado, en su primera incursión continental con Colo Colo, cuando quedó eliminado tempranamente en la fase previa a manos de Botafogo. Los hinchas se lo aguantaron.
No obstante, en la actual edición del torneo sumó sólo un punto de nueve posibles -con dos partidos perdidos como local-, lo que dejó al Cacique al borde de otro fracaso a nivel internacional. Y en un grupo modesto en comparación con otras zonas. Los seguidores albos no perdonaron al DT.
De todas formas, la renuncia de Guede se asume como sorpresiva. Si bien muchos pidieron su cabeza tras la derrota ante Delfín, los buenos resultados lo respaldaban. Más aún luego de vencer a la U en el Superclásico. Pero al parecer el trasandino no estuvo dispuesto a seguir luego de la derrota de Aníbal Mosa.
