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El "caos" que ocasionó la Garra Blanca en el sector preferencial y los problemas que siguen sin resolverse en el Monumental

Colo Colo otra vez no pasó la prueba de seguridad y presentó una serie de inconvenientes que opacaron su duelo frente a Palmeiras por la Copa Libertadores.

21 de Septiembre de 2018 | 12:00 | Por Ignacio Guerra E., Emol
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Gran cantidad de público llegó al sector Océano del estadio Monumental.

Agencia Uno
SANTIAGO.- El estadio Monumental otra vez no pasó la prueba. En el duelo entre Colo Colo y Palmeiras por los cuartos de la Copa Libertadores, el reducto de Macul presentó -nuevamente- una serie de problemas que opacó en cierta medida el desarrollo del encuentro.

Los principales inconvenientes vinieron desde la Garra Blanca. Dado que la Intendencia Metropolitana permitió el aforo de sólo mil hinchas para el sector de Arica, donde tradicionalmente se ubica la hinchada alba, muchos de los forofos de la parte más dura y radical de la barra compró entradas en la zona preferencial de Océano, lo que generó muchos roces.

Este grupo de aficionados se posicionó en la parte baja de la tribuna y no utilizó sus butacas prácticamente en ningún momento del lance, obligando a la mayoría de los hinchas que estaban más arriba a pararse para poder ver bien el partido.

La única excusa que usaban para no sentarse era que estaban "cantando" y "alentando al equipo". Aquello provocó discusiones con algunos forofos que, molestos, exigieron poder presenciar bien el desarrollo del encuentro. No era para menos: lo mínimo que había que pagar para estar ahí bordea los 30 mil pesos.

Pero no hubo caso. Finalmente gran parte del sector poniente del Monumental debió ver el compromiso de pie. Un problema que se suma al ya acostumbrado colapso que hace largo rato se viene produciendo en los accesos a las graderías del estadio.

Sin embargo, en el duelo ante Palmeiras el recinto del Cacique se vio especialmente abarrotado. Tanto Océano como Cordillera se saturaron de gente, bloqueando por completo las escaleras y, por ende, las vías de escape.

Algo totalmente complejo y que podría haber resultado trágico en un país tan sísmico como Chile.

Debido a este escenario, el presidente de Blanco y Negro, Gabriel Ruiz-Tagle, se defendió: "Hoy (ayer) colocamos cien guardias más en distintas partes del estadio para evitar eso. Estamos peleando con una cultura que tiene que ver con la actitud de los hinchas que no evitan sentarse en las escaleras. Eso tiene que ver con la gente. En caso de un inconveniente en el estadio las vías tienen que estar despejadas. Lamentamos que la gente no esté colaborando con eso", sostuvo.

Además, el timonel albo descartó tajantemente que se haya sobrevendido entradas para el cotejo.
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