Durante la última jornada del ascenso inglés, el Blackburn derrotó por 1-0 al Middlesbrough, en un duelo que hizo noticia por una brutal patada que no fue sancionada.
En el primer tiempo, Dael Fry, jugador del Middlesbrough, fue a cabecear la pelota, pero no conectó el balón y recibió un planchazo en el rostro de parte de Jarrad Branthwaite, defensa del Blackburn.
El juez no vio la patada, por lo que no expulsó a Branthwaite ni cobró penal a favor del elenco local. Fry quedó ensangrentado y tuvo que ser reemplazado.
"El médico nos ha dicho que ha estado a un milímetro del globo ocular. Se ha puesto en peligro la vida de nuestro jugador", señaló después del partido Neil Warnock, entrenador del Middlesbrough.