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La revancha de Joe Abrigo: Fue cortado por Ronald Fuentes y ahora es el único chileno en el once ideal de la Sudamericana

El volante de Coquimbo fue sparring de Sampaoli en el Mundial de 2014. Tuvo un muy mal paso por México, en el que le quedaron debiendo dinero.

31 de Enero de 2021 | 10:25 | Redactado por Felipe Santibáñez, Emol
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Photosport
La Copa Sudamericana presentó el once ideal de su versión 2020. En un equipo plagado de argentinos, la excepción es el chileno Joe Abrigo. El mediocampista fue puntal en la histórica campaña de Coquimbo que acabó en las semifinales.

Tras ser notificado del galardón, Abrigo reaccionó con una alegría medida. Este momento de su carrera coincide con la madurez personal, una etapa muy distante a los vaivenes de la adolescencia . Hace no mucho, un presente así era inimaginable.


"Es un orgullo el haber estado en el equipo ideal. Me tomó por sorpresa. Pensé que podían estar Rubén (Farfán) o Matías (Cano), que hicieron muy buena Copa, pero muy feliz por ser el único chileno ahí. Dolió mucho perder la semifinal de la manera que lo hicimos. Habíamos hecho una copa notable y en el último partido cometimos todos los errores que no habíamos tenido a lo largo del torneo", le cuenta a Emol.

Abrigo, oriundo de Conchalí, tiene una zurda de seda. El juego del equipo agradece cuando toca el balón. Es un mediocampista con pase y también con llegada. Inició su andadura en el fútbol en Unión Española a los nueve años. Recuerda que mentía sobre su edad para que lo dejaran jugar con los más grandes.

Sin embargo, rápidamente viviría su primera amargura. Ronald Fuentes lo cortó de las divisiones inferiores del elenco hispano.

"Ese momento fue duro para mí, no me lo esperaba porque siempre fui capitán en las series inferiores de Unión. Me dolió mucho, era chico, tenía 15 años y me hizo no querer jugar un tiempo. Después recuperé la alegría de jugar, sabía que eso era lo único que me podía ayudar a salir adelante", comenta.


Hoy, con la perspectiva que da el tiempo, el futbolista reconoce que no había otra opción para él. Venía de un barrio bravo. "El fútbol me ayudó a salir de muchas cosas, a salir adelante. Tengo muchos amigos que están o han estado privados de libertad, familiares también. Le debo mucho al fútbol. Me ayudó a salir de la población y de lo que puede atraer, como las drogas o la delincuencia. El fútbol para mí lo es todo", afirma.

Osvaldo "Arica" Hurtado lo recibió en Magallanes. Las condiciones de Abrigo estaban fuera de discusión. No dudó en hacerlo debutar en un duelo ante Universidad Católica por la Copa Chile en 2012.

Sin embargo, el "Arica" ha dicho que le costaba que Abrigo abriese la coraza. No era indisciplinado, pero sí retraído. Parecía alguien que siempre trataba de disimular sus sentimientos.

"Donde yo me crié es totalmente distinto a cómo se criaron muchos de mis compañeros, tenía una personalidad muy fuerte, era muy difícil que yo le creyera a alguien cualquier cosa. Pero el profe 'Arica' es como un padre para mí, me aconsejaba mucho. A esa edad no entendía lo que él quería decir. Ahora estoy más grande, con hijos. Todavía me acuerdo de las cosas que él me decía y las asimilo muy bien. La otra vez que lo vi en el aeropuerto, le agradecí por todo", expresa.

Tras su paso por la "Academia", se fue a Coquimbo. Fue figura en el más partido más importante de todos. Anotó un doblete y dio una asistencia frente a Barnechea para evitar el descenso a Segunda. Del puerto se vino a Santiago para ponerse la camiseta de Audax Italiano. Era un futbolista intermitente. A veces desaparecía, pero cuando estaba entonado parecía que podía echarse el equipo al hombro.


En 2018 se abrió la opción de ir al extranjero. Partió a préstamo a los "Tiburones" de Veracruz en México. Sin embargo, terminó siendo lo peor que le ha tocado vivir en su carrera. Todavía le deben dinero y lo mandaron a jugar con el equipo Sub 20.

"Me fui con mi familia. Íbamos con una ilusión tan grande allá y todo lo que pasó después nos tomó por sorpresa. Que te deban dinero, tengo un hijo que nació allá y fue todo muy complejo. Al volver al Audax fue todo malo, no me dejaron salir a préstamo, no jugaba. Fueron los peores momentos que quizá he pasado. Mi mujer y mis hijos siempre estuvieron ahí conmigo, son parte fundamental de lo que se está viviendo ahora", relata.

El año pasado logró una salida a su tormento en Audax. Volvió a Coquimbo y allí se encontró con Juan José Ribera, un técnico que ya lo conocía y que ha sabido explotar sus virtudes.

A Abrigo le hablan de la selección. Ya fue sparring de Jorge Sampaoli en el Mundial de Brasil 2014. Sin embargo, mira con distancia. Hoy Coquimbo lucha por zafar del descenso. Quiere darle una alegría a la ciudad donde encontró su lugar. Después vendrá lo demás.

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