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El crudo relato de la última persona que vio a Juan Pablo Mohr, el montañista chileno desaparecido en el K2

El nacional iba junto a otros dos deportistas. Hace más de 50 horas que no se sabe de ellos y no los han podido hallar con los helicópteros.

07 de Febrero de 2021 | 15:06 | Redactado por Felipe Santibáñez, Emol
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El Mercurio
Días de angustia por Juan Pablo Mohr. El chileno, que ha escalado cinco ochomiles y que tiene un récord Guinness, está desaparecido en el K2, la segunda montaña más alta del mundo.

Mohr iba con la meta de llegar a la cima en invierno y sin oxígeno suplementario, pero pensó en dejarlo luego de la muerte de su compañero Sergi Mingote. Le dio varias vueltas hasta que decidió continuar. Se le perdió el rastro el cuatro de febrero a las 11:09 hora local. El GPS probablemente esté congelado. Dos expediciones en helicóptero han tratado de hallarlo, aunque sin éxito.


Al osornino lo acompañaban John Snorri y Ali Sadpara. Precisamente el hijo del pakistaní fue la última persona en verlo en el K2. Sajid Sadpara también quería hacer cumbre, pero se devolvió al Campo 3 por un problema en el regulador de oxígeno.

"Mi padre me dijo que utilizara el oxígeno para las emergencias, pero cuando utilicé la máscara me di cuenta que el regulador goteaba, dejándolo inservible. El grupo continúo ascendiendo a buen ritmo y en buena forma", comentó.


Se despidió de sus compañeros el mediodía del 5 de febrero. "El equipo de mi padre no tenía un walkie-talkie, por lo que no podían ser contactados. Cuando llegué al C3 me puse en contacto con el Campo Base para avisar que me quedaría en el C3 y así prepararles té y agua cuando descendieran de la cima", siguió relatando.

Encendió las lámparas para que no tuvieron problema en encontrarlo cuando descendieran. Pero no llegaron. La mañana del 6 de febrero le pidieron desde la base que bajara porque estaba haciendo muy mal tiempo.

Sadpara ha participado intensamente en la búsqueda y está exhausto, por lo que fue trasladado a la ciudad de Skardu. Cree que su padre junto a Mohr y Snorri llegaron a la cima, teniendo algún incidente en el descenso. Sabe que el tiempo juega en contra, con temperaturas de -50 grados celsius y ráfagas de vientos que alcanzan los 100 kilómetros por hora.

"Si pasan más de dos o tres días, las posibilidades de que algún ser humano sobreviva a una altitud de más de 8.000 metros con la severidad del frío son escasas", expresó.

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