Marcelo Bielsa declaró este viernes mediante videoconferencia en el caso donde
denunció a su ex equipo, el Lille de Francia, por el presunto "acoso" que sufrió en 2017 cuando pertenecía a la dirección técnica del club.
"Lo que quiero explicar es el acoso que he sufrido en los meses de septiembre y octubre, antes de mi despido, a fin de desestabilizarme y empujarme a la dimisión. Sabotearon mi gestión y obstaculizaron mi trabajo, degradando mi autoridad", comentó el "loco".
Según informan los medios franceses, el entrenador estaría exigiendo que se le pague la integridad de su contrato además de los daños y perjuicios, lo que sería alrededor de 19 millones de euros.
Bielsa fue suspendido de sus funciones de manera temporal el 22 de noviembre de 2017 cuando el equipo marchaba penúltimo en la tabla, habiendo conseguido 12 puntos en 13 jornadas. A la vez el argentino hizo un viaje a Chile para visitar a su amigo Luis María Bonini, enfermo de cáncer que fallecería el día 23.
El 15 de diciembre fue despedido debido a una "falta grave". Por esto es la demanda de Bielsa.
El club se defendió afirmando que el el fin de su relación con el técnico es justificado ya que, aparte de los malos resultados, habría adoptado "una actitud de desafío, oposición y falta de respeto hacia el ex presidente Gérard López y el director general Marc Ingla. Pero también por haberse comportado de forma agresiva e insultante. Además de usar palabras insultantes hacia varias personas y por haber impedido que los empleados hicieran su trabajo".
