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Liverpool va de mal en peor. No es capaz de levantar cabeza en la Premier League y tras caer frente al Chelsea el jueves, quedó en el séptimo lugar de la tabla,
fuera de puestos de Copas europeas.
Con esta última encadenó cinco derrotas consecutivas de local por primera vez en toda la historia de la institución en la Primera División inglesa. Aparte del Chelsea, antes perdió en Anfield ante el Everton, Manchester City, Brighton y el Burnley. Estas últimas dos escuadras son de tabla baja, ocupan los puestos 16 y 15 respectivamente.
Esta mala racha viene justo después de una espectacular. Antes de aquella primera caída contra el Everton, los dirigidos por Jürgen Klopp llevaban 68 partidos sin perder en casa jugando por la Premier a lo largo de cuatro años.
Además, en todos estos encuentros solo lograron anotar un gol y fue contra el City en donde el resultado fue un devastador 4-1. El anotador fue Mohamed Salah de penal.
Justo con él hubo un pequeño "drama" en este último juego con el Chelsea. Klopp decidió sustituirlo a los 60 minutos y el delantero se mostró totalmente molesto con la decisión. Ni miró a su entrenador al pasar a su lado.
"En ese momento Salah pareció sentir la intensidad y el agotamiento y no me quería arriesgar. Todo está bien, tomo las decisiones que creo correctas en cada momento", explicó Klopp sobre el cambio en conferencia de prensa.
El Liverpool está en racha negativa de seis partidos sin conocer la victoria e intentará e intentará salir de ella este domingo cuando reciba al Fulham. Luego de eso, también jugará en casa frente al Leipzig el miércoles por la vuelta de los octavos de Champions. En la ida ganó 2-0.
