El Tottenham visita al Arsenal por la Premier League y un verdadero golazo quebró el empate sin tantos que tenía el marcador.
El argentino Erik Lamela, que ingresó por un lesionado Heung Ming Son, dentro del área ensayó una increíble rabona. Su disparo fue fuerte, pegó en el palo y entró.
Sus compañeros se tomaban la cabeza por tamaño golazo e incluso en redes sociales ya lo postulan al premio Puskas. Una obra de arte.
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