Angelo Pagotto parecía destinado a convertirse en figura del fútbol italiano. Sin embargo, y pese a tener las oportunidades, nunca se consolidó. El dopaje lo condenó.
Pagotto vivió una noche espectacular en la final de Europeo Sub 21 de 1996. Italia derrotó a España por penales y él atajó los lanzamientos de Raúl González e Iván de La Peña. En ese torneo dejó en el banco nada menos que a Gianluigi Buffon y fue compañero de figuras como Alessandro Nesta o Fabio Cannavaro.
Rechazó una oferta de la Juventus para irse a jugar al Milan. Sin embargo, en el rossonero fue relegado al banco por Sebastiano Rossi y buscando minutos se fue al Perugia. Allí comenzó su calvario en 1999. Lo sancionaron por dopaje.
"En esos años todavía se podía esquivar una prueba de dopaje y si hubiera tenido mala conciencia probablemente lo habría hecho. Pero estaba tranquilo, tanto que había dado negativo en el test de la semana anterior en Parma y también en el de la semana siguiente en Padua. Sólo en el partido entre esos dos encuentros, después de jugar contra la Fiorentina, di positivo. Extraño", comentó en entrevista con La Gazzetta dello Sport.
El castigo era de seis meses si admitía los hechos, pero Pagotto se negó. Estuvo dos años afuera.
"Todo se fue, ya no tenía amigos. Pasé dos años en Liguria con mi madre en el hotel que habíamos abierto. Ella me creyó. Había días en los que no podía levantarme de la cama alternando con noches en la discoteca. Había comenzado una vida salvaje. Cuando me di cuenta de que la situación se estaba saliendo de control, me miré al espejo y me puse en marcha. No me avergüenza decir que recibí ayuda, solo contra la depresión no lo hubiera hecho", declaró.
Volvió a las canchas. Pasó por Triestina, Arezzo, Torino, Grosseto. En 2007 llegó al Crotone y dio positivo por cocaína. Ya tenía 34 años y la sanción era de ocho, por lo que recién podría volver a los 42. Optó por el retiro.
"No me quedaba adrenalina en el juego y la buscaba en la cocaína", aseguró. Tenía malas juntas que lo hacían sentir "protagonista". Sabía que más temprano que tarde iba a ser descubierto.
"Fui a Alemania, fui pizzero, cocinero, de todo", contó.
Actualmente Pagotto tiene 47 años y encontró una nueva oportunidad en el fútbol. Será preparador de porteros en el modesto Avellino. No olvida las noches en que era titular por sobre Buffon.
"En aquella época, Buffon aún no era lo que luego llegó a ser. Era unos años más joven, me preferían a mí. Pero él y yo estábamos predestinados, los mejores porteros del momento", expresó.
