Si para Inglaterra ya es un difícil momento tras haber perdido la final de la Eurocopa ante Italia, más complejo es aún lo que viven tres de sus futbolistas.
Muy mal lo pasan Marcus Rashford, Jadon Sancho y Bukayo Saka, los tres seleccionados que fallaron en la tanda de penales en Wembley. Un puñado de aficionados han cargado duro en su contra.
Los mencionados futbolistas han sido víctimas de amenazas e insultos racistas en las redes sociales. Les han escrito palabras de grueso calibre, se burlan del color de piel de los jugadores con emojis de monos y bananas y hasta piden su expulsión del país.
La condena a los insultos y amenazas no tardó en llegar. "Estamos asqueados de que algunos de los miembros de nuestro equipo, que lo dieron todo por la camiseta, hayan sido blanco de agresiones discriminatorias", sentenció la Federación Inglesa de Fútbol (FA).
"La FA condena enérgicamente todas las formas de discriminación y está consternada por el racismo en las redes sociales contra algunos de los jugadores de Inglaterra", añadió.
El Primer Ministro inglés, Boris Johnson, se sumó. "El abuso es algo pésimo. Este equipo de Inglaterra merecen ser elogiados como héroes, no abusados racialmente en redes sociales. Los responsables de este espantoso abuso deberían avergonzarse de sí mismos", sostuvo.
El Príncipe William, que es el presidente de la FA, también se unió a la condena. "Es totalmente inaceptable que los jugadores tengan que soportar este comportamiento aborrecible", escribió en Twitter.
La Policía local ya está investigando los casos y avisó que "el abuso no será tolerado".
