Han sido semanas muy complicadas para la Universidad Católica y su técnico Gustavo Poyet, quien está siendo muy criticado. La UC apenas ha ganado un partido de los últimos 10, quedó eliminada de la Copa Chile y la Copa Libertadores, cayó en el clásico universitario y ahora se han sumado más líos.
En los últimos días se dieron a conocer polémicos cruces que habrían existido en los entrenamientos. Según aseguraron, Diego Poyet, hijo del DT, tuvo fuertes encontrones con Edson Puch y también con Fernando Zampedri.
Justo tras esta situación, este jueves, el técnico cruzado habló en conferencia de prensa, pero se notó más calmado, suavizó el tono y aseguró que no renunciará.
"No se me ha pasado nada por la cabeza (renunciar). Como los objetivos que me pidieron se han ido logrando, estoy sumamente tranquilo. Lo que le puedo decir a los aficionados, es que mi vida pasa por mis amigos, familia y el club. Intento defenderlos a muerte. Soy el que más hincha por el equipo, porque soy el que puede perder el trabajo. No tengo redes sociales, pero me imagino que es lógico que haya un grupo que sean negativos. Pero es la sociedad, así estamos viviendo. Imagínate si hay gente que pone en duda a Lionel Messi, toda la gente que debe colocarme en duda a mi. Voy a seguir poniendo todo, tenemos una chance bárbara de ganar el tetracampeonato. Todo el foco está puesto en eso", señaló el uruguayo.
Asimismo, evitó referirse a los supuestos cruces en las prácticas: "Soy antiguo, lo que pasa dentro del club no comento nada. No va con mi forma de ser, tengo códigos que aprendí de chico en Uruguay. Los rumores han habido tantos. Lo que pasa adentro no lo cuento públicamente. Pido disculpas, no puedo comentarlo".
De lo que sí profundizó fue sobre la controversia que protagonizó su hijo en el último clásico ante la U. Diego saltó desde la tribuna y fue muy criticado por su actitud.
"Diego no estaba suspendido, por un tema de mirarlo desde arriba prefirió mirarlo desde afuera. Obviamente, no quedó lindo que saltara la reja, pero no fue en busca de problemas. Reconocemos que no quedó buena imagen. Agradecido y contento de que no haya pasado a más", sostuvo.
Por último, fue consultado sobre si podía hacer una autocrítica: "Por supuesto. Cuando uno tiene un inconveniente continuamente, no le puede echar la culpa a los demás. Si me echan 5 partidos, la culpa no es de los árbitros. Soy muy pasional y no me gusta perder, a Diego tampoco. Yo estoy un poco aislado, pero me he enterado (de los cuestionamientos). Mi forma de ser es más sencilla, en ningún momento intenté herir a nadie. Fueron comentarios profesionales (por cruces con periodistas). Si me equivoqué, pido disculpas. Nada es personal".
"No puedo contar exactamente en qué está el equipo, pero el responsable soy yo. Yo fui el responsable de no hacer pretemporada por el tiempo. No es una excusa. Tuvimos pocas semanas para entrenar cosas específicas, jugamos cada 3 días. Hemos tenido lesiones, que hizo más difícil mantener un 11 constante. Hemos ido un poco a porrazos, que nos ha llevado a esta situación. No creo que haya que buscar más allá".
Y añadió: "Pero si a principio de temporada me decías que estábamos como hoy, con los objetivos cumplidos, posiblemente te lo firmaría".
