Ecuador llegó a Tokio con apenas dos medallas en su historial. Sin embargo, en diez días sumó tres preseas. Lleva dos de oro y una de plata en Japón. A eso le suman dos diplomas olímpicos. De los países sudamericanos, solo Brasil ha tenido un mejor rendimiento.
Los nombres de Richard Carapaz, Neisi Dajomes y Tamara Salazar centellean por las calles de Ecuador. Son los nuevos héroes populares. Gente que se hizo a sí misma con mucho esfuerzo y sufrimiento.
Carapaz se impuso en el ciclismo de ruta. Es un hijo del campo profundo. Se curtió en las frías montañas del norte con una bicicleta que sacó de la chatarra. Después de sufrir un atropello que lo dejaría postrado según los médicos, volvió para ganar el Giro de Italia, hacer podio en el Tour de Francia y conquistar el oro olímpico.
Neisi Dajomes obtuvo el primer lugar en halterofilia. Sus padres llegaron a Ecuador escapando de la guerrilla en Colombia. Eran pobres, sobrevivir se les hacía muy complicado, así que Neisi se tuvo que ir a casa de su entrenador Walter Llerena para asegurar techo y comida. También en el levantamiento de pesas, Tamara Salazar consiguió la presea de plata. Al igual que Dajomes, entrenaba en un gimnasio que tenía lo justo.
Paradójicamente, el mayor éxito en la historia del deporte de Ecuador ha expuesto las miserias que viven sus atletas. Carapaz disparó con todo tras obtener el oro en el ciclismo.
"Al final nunca han creído en mí, sólo ciertas personas y ahora aquí estoy, disfrutando de un sueño que he cumplido. Hay que seguir dándole oportunidades a los deportistas que realmente lo merecen. El oro me pertenece, en Ecuador nunca han creído en mí", afirmó. De acuerdo a su relato, su país ni siquiera dispuso de un masajista para él en Japón.
Dajomes, seis meses antes de ganar el oro, se mostró "indignada". "Hay un descuido bastante grande. Que las autoridades del deporte se pongan a pensar un poquito en nosotros, porque todo el 2020 solo pedían y pedían, pero no hacían de su parte y así realmente no se puede", declaró.
Ecuador invierte nueve millones de dólares al año en alto rendimiento, mucho menos que varios países de la región incluido Chile. El diario El Universo en una dura columna habló de un deporte "mal organizado y mal dirigido".
"Siendo sinceros, el apoyo estatal ha sido deficiente. En los últimos años, el Ministerio del Deporte fue relegado a un segundo plano y pasó a ser Secretaría del Deporte. Se vio afectado el plan de Alto Rendimiento. De hecho, el ex presidente Lenin Moreno tuvo unas desafortunadas declaraciones respecto al deporte, hablando de la falta de medallas de nuestros deportistas en los Juegos Olímpicos. Eso minó la posibilidad de apoyo a nuestras atletas", le cuenta a Emol el periodista ecuatoriano Sebastián Decker, de Direc TV Sports.
Cuando arribó el nuevo ministro Sebastián Palacios, inmediatamente tuvo que lidiar con una compleja situación. Destrabar los fondos para que la delegación pudiese viajar a Tokio.
Ya en la capital japonesa explotó un escándalo. Faltaban entrenadores y equipos multidisciplinarios en la delegación, pero al parecer sí habían "personas ajenas" al deporte.
El lanzador de disco Juan Caicedo denunció que no quisieron tratar su lesión por falta de dinero estando a punto de competir en los Olímpicos y la tiradora Mariana Pérez lamentó no poder contar con su técnico. El jefe de misión pidió cuidar la imagen y "lavar los trapos sucios en casa".
"Los proyectos en papel son buenos, pero se dañan porque están los mismos dirigentes de hace 20 o 30 años en el poder. Cuando alguien está mucho tiempo en el poder, daña todo lo que está a su alrededor. Estaba lleno, y sigue estando, de dirigentes podridos", declara la periodista Karol Chamorro, de RazoTV.
Un estudio del Comité Olímpico Internacional determinó que un deportista de alto rendimiento debe contar con un presupuesto de al menos entre cinco mil y seis mil dólares al año en países como Ecuador. Pero el monto máximo que aporta el estado ecuatoriano es de 2 mil 500 y para un grupo muy reducido. Ante la falta de apoyo estatal, los privados colaboran. De los 48 atletas que fueron a Tokio, el 66% recibe financiamiento de empresas. Bancos, bebidas energéticas, marcas deportivas, casas de apuestas, aseguradoras.
Entonces, ¿por qué algunos logran brillar pese a tantos problemas? En Ecuador creen que por su propio potencial y afán de superación.
"Yo pienso que el éxito de Ecuador en Tokio se debe a dos motivos sustanciales. El primero tiene que ver con el esfuerzo de los deportistas, con la capacidad que han demostrado de evolucionar. Por otro lado, está la capacidad de materializar en unos Juegos Olímpicos todo lo que se venía trabajando. El país no ha apoyado como política de Estado a sus deportistas, pero estos han demostrado resiliencia y capacidad para incluso con estos palos en las ruedas lograr lo que han logrado. No es casualidad que se haya quejado de la falta de respaldo. Es una cruel y triste realidad", expresa Sebastián Decker.
Crece la polémica
El ministro Sebastián Palacios asumió hace dos meses. Contó que se encontró con una "realidad inaudita" y que entre otras cosas, lo sorprendió la ausencia de psicólogos para apoyar a los atletas. "Debemos garantizar transparencia en los recursos", aseguró.
Sus críticas han apuntado al Comité Olímpico ecuatoriano y la respuesta no demoró en llegar.
"Todo estaba bien hasta que Carapaz sostiene el oro, hace la declaración que hace y yo no lo puedo explicar. Estoy tratando de encontrar cuál es el problema, pero el ministro al parecer se siente amenazado. Busca salirse de las miradas y no encuentra cosa más simple, fácil y cómoda que decir: yo recién llegué y los culpables son otros", apuntó el vicepresidente del Comité Olímpico ecuatoriano, John Zambrano.
Zambrano dijo sentirse dolido. Presume tener la mejor delegación ecuatoriana de la historia y no considera "coherentes" los cuestionamientos.