Pacquiao y Ugás en la conferencia previa al combate.
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A Yordenis Ugás se le presentó la oportunidad de su vida. Manny Pacquiao debía enfrentar a Errol Spence, pero el estadounidense tuvo un desgarro de retina a última hora y debió ser operado.
A Ugás, que la misma jornada se iba a medir con Fabián Maidana, lo llamaron de emergencia para la pelea con el "Pac Man" en la principal.
Ugás tiene 35 años. Es cubano. Se enamoró del boxeo en la isla. Fue campeón mundial amateur en 2015 y medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing.
Sin embargo, algo le faltaba en Cuba. Quería ser profesional y no podía. Como varios de sus compatriotas, escapó en lanchas precarias arriesgando la vida. Las primeras seis veces fue atrapado y enviado a la cárcel. La séptima resultó.
"Tratar de escapar es la historia de muchos cubanos que quieren una vida mejor. No olvidaré cuando llegué a México y luego mi aterrizaje en Texas. Cuando el bote llegó a la orilla, no me arrodillé ni besé el suelo, pero fue un momento emotivo para mí", expresó.
Su debut en Estados Unidos iba en a ser mayo de 2010. Pero increíblemente la pelea se canceló. Primero se efectuaron los combates televisados y cuando llegó el turno de Ugás los promotores consideraron que ya era muy tarde y cancelaron la jornada. El cubano rompió a llorar en el vestuario.
La carrera de Ugás no era nada brillante. Ostentaba un récord de 15-3 y tenía problemas de relaciones con sus manejadores. Estuvo 27 meses sin poder pelear y pasando penurias económicas.
"Realmente la pasé bastante mal sobreviviendo en Nueva York, pero son cosas que te marcan y te enseñan. Yo necesitaba que las cosas fueran mejor, empezando por la gente a mi lado. Yo sabía que iba a tener una oportunidad, porque tengo buena barbilla, corazón hacia Dios y soy valiente", declaró.
Una racha de ocho victorias seguidas lo volvió a colocar en el mapa. En su última pelea, venció a Abel Ramos y consiguió el campeonato mundial AMB. Luego, se consagró "súper" campeón de la organización, aunque sin subirse al ring. Precisamente Pacquiao, su anterior dueño, dejó el título vacante por falta de actividad.
El filipino le tiene mucho respeto a Ugás. Le recuerda a sí mismo. Hace 20 años, también tuvo su gran oportunidad en Estados Unidos como reemplazo de última hora.
"Estaba en muy buena forma porque había peleado recientemente en Filipinas y acababa de comenzar a trabajar con Freddie [Roach]. Estaba a un día de volver a Filipinas cuando se me ofreció la pelea. Estaba tan emocionado; fue una gran oportunidad y no la iba a dejara pasar. Es su oportunidad, sé lo que está sintiendo Ugás porque hace veinte años yo era Ugás. No hay nada asegurado, y de hecho me lo tomo tan en serio como me he tomado a Errol Spence", expresó.
Pacquiao ha reconocido que esta podría ser su última pelea profesional. Ugás podría entrar a la historia como el hombre que jubiló a una leyenda del boxeo.
