Un papelón monumental. Así se puede describir lo que ocurrió recién iniciado el Brasil-Argentina por las Clasificatorias.
El partido se interrumpió a los 7' por extrañas causas. Personal sanitario y gente de seguridad entró a la cancha para detener el duelo. Nadie entendía nada.
Luego, después de empujones y alegatos, el equipo argentino abandonó el campo y se fue a camarines.
¿Cuál fue la razón de todo? Delegados sanitarios querían detener a Emiliano Martínez, Cristian Romero, Giovani Lo Celso y Emiliano Buendía, todos jugadores trasandinos que militan en la Premier League.
¿Por qué? De acuerdo a las leyes locales en Brasil, toda aquella persona que vaya desde el Reino Unido está obligada a hacer una cuarentena de 14 días y están sometidos a restricciones sanitarias que en este caso no se habrían cumplido.
Pero según indicó Olé, ya se había acordado que Argentina pudiera utilizar todo su plantel. Pese a aquello, los delegados sanitarios se metieron al campo a sacar a los jugadores nombrados que ya antes de iniciado el lance los habían intentado deportar.
"¿Por qué no los fueron a buscar al hotel? Si llevamos tres días ya acá", preguntaba el DT albiceleste, Lionel Scaloni.
Además, existe una acusación a los futbolistas argentinos de mentir en su declaración sobre no haber pisado un país en zona roja (Inglaterra). Un escándalo.
El duelo quedó suspendido.