Lewis Hamilton y Max Verstappen protagonizaron un terrible accidente en el Gran Premio de Monza en la Fórmula 1. El halo del monoplaza del británico evitó que le aplastaran la cabeza.
Ambos se bajaron de sus coches y cruzaron miradas sin decir nada. Luego, ante los micrófonos, hubo reproches mutuos.
Hamilton y Verstappen son los principales candidatos al título en una reñida temporada. La tensión crece. El de Monza no es el primer incidente que protagonizan. En Europa muchos comparan esta rivalidad con otros grandes enfrentamientos de la historia.
El accidente en Monza hizo recordar al duelo entre Ayrton Senna y Alain Prost. En 1989 el brasileño y el francés chocaron en Sukuza. Nada volvió a ser lo mismo. Se desató un incendió que cambió la historia del automovilismo.
Ambos sacaban lo mejor del otro, dominaron por una década. No se dirigían la palabra. Generaron varias polémicas. Cuando Senna murió, Prost quedó devastado.
"Ayrton fue el mejor piloto contra quien competí, por un enorme, enorme margen. Cuando él murió, un parte de mí murió también. Ayrton era el mejor, y por mucho", afirmó.
Otra rivalidad que trascendió fue la Niki Lauda con James Hunt. Marcó los años setenta. Eran completamente distintos. Lauda era un profesional en extremo meticuloso, mientras Hunt declaraba que "desayunaba sexo".
La temporada de 1976 fue donde la rivalidad llegó al punto más alto. Lauda iba por el bicampeonato e incluso se sobrepuso a un horrible accidente, pero el título quedó para Hunt por un punto. Sin embargo, la competencia entre ambos se limita a la pista. Fuera de ella tuvieron una buena relación. Lauda ayudó a Hunt a superar un difícil momento personal.
"Se puso en una situación personal terrible. Bebía mucho y perdió todo su dinero, porque invirtieron su fortuna en unas empresas cuyas acciones perdieron valor.James acabó sin dinero y completamente arruinado. Lo llamé y le dije que iba ir a Londres, que nos podíamos ver. Vino en una bicicleta con los neumáticos pinchados. Parecía estar acabado. Pelo largo, ropa sucia. 'Mírate en el espejo. James, vas a matarte si sigues así'. 'No tengo dinero'. '¿Cuánto necesitas? Te doy 300 libras, pero hace algo. Te apoyo, pero tienes que volver", contó el austríaco, tres veces campeón de Fórmula 1. La historia de ambos inspiró la película Rush.
