"Lo que estoy observando
es un promedio de edad lo suficientemente elevado en Primera División, teniendo en cuenta que las necesidades del fútbol internacional es que tengan menos edad". Palabras de Javier Castrilli en entrevista con EmolTV, al referirse al recambio y la salida de algunos jueces del fútbol chileno.
Pues bien, tras estas palabras, se produjo el primer abandono de uno de esos árbitros que estaban al borde de la edad:
Eduardo Gamboa, quien se retiró del referato tras dirigir el partido de este jueves entre Colo Colo y Ñublense en el estadio Monumental.
Es una decisión que venía meditando hace rato, pero que con
la llegada de Castrilli como nuevo presidente de la Comisión de Árbitros de la ANFP terminó por concretarse.
Gamboa venía muy cuestionado a nivel sudamericano.
Estaba suspendido indefinidamente por la Conmebol, junto a César Deischler, debido a un error cometido al anular un legítimo gol a Cerro Porteño, que pudo haber cambiado la historia en la derrota del cuadro paraguayo por 2-0 ante Fluminense, por la ida de los octavos de final de Copa Libertadores.
Pero más allá de eso, uno de los hechos más recordados en la carrera de Gamboa fue
uno de los bochornos más grandes en la historia del fútbol chileno. El día que debió repetirse una definición a penales que determinaba al campeón de la Segunda División.Ocurrió en diciembre de 2017. La llave por el título la jugaban Vallenar y Deportes Melipilla. En la ida los "Potros" se impusieron por la cuenta mínima y en la vuelta los nortinos ganaron 2-1 y forzaron
la definición desde los 12 pasos, que terminó en manos de los nortinos, quienes dieron vuelta olímpica con copa en mano, pero...
La escuadra de la Región Metropolitana alegó que el árbitro de la final, Eduardo Gamboa, había cometido un error al hacer repetir el penal que lanzó Juan Silva. Argumentaban que el jugador hizo un amague que debió ser sancionado con la anulación del penal, según el reglamento. Si eso hubiera ocurrido, eran los "Potros" los que ganaban la serie.
Presentaron sus reclamos a la ANFP, la que decidió acoger el reclamo y obligó a repetir los penales. Fijaron el estadio La Portada de La Serena como la sede para una tanda sin público. Vallenar no se presentó y Melipilla fue ungido como nuevo campeón.
Tras esto, Gamboa recibió una sanción de cuatro meses y medio sin poder dirigir. Sin embargo, esta pena no le implicaría perder su categoría de referi FIFA.
"Los árbitros con la investidura de Eduardo Gamboa y de la investidura FIFA tienen la responsabilidad de conocer el reglamento y él lo ha asumido como un error personal, un error de su equipo de trabajo", dijo Enrique Osses, quien en ese momento era jefe de los árbitros chilenos.
