Sammis Reyes hizo historia. Se ganó un lugar en Washington Football Team y se convirtió en el primer chileno en llegar a la NFL.
El logro del ex basquetbolista fue observado con emoción desde Chile. Especialmente por un grupo que se ha sobrepuesto a las peripecias y ha logrado levantar una liga a nivel local.
Gonzalo Cataldo es constructor civil y docente universitario. Esa es una parte de su vida. También es el head coach de la selección chilena de fútbol americano y de Felinos, el último campeón del certamen nacional.
La liga existe desde hace casi una década. Hay 13 clubes federados y están divididos en dos divisiones. Casi ninguno de los equipos tiene auspiciadores. Pero se las arreglan. Todo es a pulso.
"Tuvimos una explosión bien grande al comienzo, jugando finales en el Bicentenario de La Florida, llevamos casi 4 mil 500 personas el año 2011. Pero cuesta mucho. El fútbol americano es un deporte costoso. Ha sido bastante sacrificio, muchas personas trabajamos ad honorem en el fútbol", le comenta Cataldo a Emol.
Al principio, relata que en Chile no encontraban cascos, hombreras o protecciones. Recorrían los locales de ropa americana buscando balones o los jerseys.
Ariel Concha entiende de lo que habla Cataldo. Es presidente del club Patriotas de Pudahuel. En su juventud, fue misionero mormón y sus compañeros eran estadounidenses. Ellos lo hicieron conocer el fútbol americano.
(Crédito: @felinosfootball)
"Aprendía de los misioneros que iban llegando al país. Ellos me ayudaban y me informaban. Era el año 98 o 99. Por primera vez pude ocupar un correo electrónico y el internet se estaba empezando a masificar. Yo iba a los cyber café y revisaba lo que podía. A veces se transmitía algo del Superbowl en televisión", recuerda.
Concha llegó a la presidencia de Patriotas y fue aprendiendo en el camino. Cómo presentar proyectos para fondos deportivos o cómo conseguir subvenciones municipales.
Concha y Cataldo concuerdan en que han debido enfrentar varias dificultades para poder mantener la liga en funcionamiento.
(Crédito: @patriotas_football)
"Mucho entrenamiento en parque, en canchas de tierra. Algunos jugadores los asaltaron a la salida de los entrenamientos en lugares peligrosos. Tuvimos accidentes. En un parque uno metió la pierna en estos hoyitos donde salen los regadores de agua. Es parte de lo que uno vive", declara Concha.
"Es bonito recordar el pasado, pero era complejo. Hemos entrenado en canchas de tierra, nos hemos preparado para partidos y finales de campeonato en el Parque Brasil, no con las mejores condiciones. Cuidando que los balones no se reventaran con los vidrios. Un balón vale 100 mil pesos, imagínate lo que significa para nosotros que se rompa un balón", complementa Cataldo.
En Chile no hay canchas de fútbol americano. Adaptan los campos de fútbol. Marcan las yardas con elásticos o papel permacel, provocando el posterior enojo de los futbolistas que se desorientan con tanta línea.
Al principio, los equipos de la liga de fútbol americano entrenaban una vez a la semana y a jugar. Pero la preparación ha cambiado con el paso de los años. Lo físico y lo táctico. Entrenadores de Estados Unidos y México han venido al país a dar clínicas.
Diego Pastrian es parte del plantel de Husares, seis veces campeón de la liga nacional. Juega desde 2012 y destaca la evolución del deporte en Chile.
"Ha sido muy amplio el crecimiento. Antes se daba mucho que en el tercer cuarto había muchos jugadores lesionados o desde el tercer cuarto el ritmo se notaba que bajaba mucho. Ahora hay jóvenes corriendo la cancha todo el día. En cuanto a lo táctico era más básico al principio, entrenaba un jugador con más experiencia y a veces no entregaban bien los conceptos", declara.
Los jugadores son estudiantes o trabajadores. Cristofer Barrera milita en Patriotas. Antes pasó por otros clubes y debía hacer largos viajes para poder llegar a las prácticas. "Me pegaba los piques a todos lados. Peñaflor, Keneddy, Parque Hurtado", apunta.
(Crédito: @husaresfootball)
Hay elencos entre las regiones de Valparaíso y la Araucanía. Esos viajes los costean los propios atletas.
"Los viajes son costeados por los deportistas. Nos pasaban el fixture y teníamos todo el año para ahorrar y tener para los pasajes cuando llegara el partido. Siempre fue costeado por nosotros, por nuestros padres cuando éramos más jóvenes", manifiesta Barrera.
En caso de lesiones, ellos mismos deben pagar el tratamiento. "Con Husares estamos en medio de la población La Pincoya, tenemos jugadores que no tienen recursos para pagar seguros. Un compañero tuvo una fractura de tibia y peroné en medio de un partido, él por suerte tenía seguro. Pero como club más que una rifa no pudimos hacer", asegura Diego Pastrian.
La pandemia obligó a parar el torneo por dos temporadas. Los equipos se mantuvieron entrenando por zoom, pero no todos los jugadores tenían internet o para pagar los implementos necesarios. Ya hay autorización para volver a competir a partir de 2022.
El factor Sammis Reyes
El arribo de Reyes a Washington Football Team causó sensación en Chile. Nunca un deportista nacional había estado siquiera cerca de ser parte de un roster de la NFL.
Creció el interés por el fútbol americano en el país. Muchos jóvenes se acercaron a los clubes.
"El tener a un chileno en la NFL genera esa atracción, ese imán hacia el deporte. Es lo que sucedía, guardando proporciones, con el Chino Ríos. Tú veías muchos niños jugando tenis en la calle y con una raqueta de madera. Nosotros queremos que eso nos llegue a pasar a nosotros. Que Sammis Reyes explote y que llegue a ser un personaje reconocido", expresa Ariel Concha, de Patriotas.
En la Federación se ilusionan con que la NFL o los veedores de universidades de México o Estados Unidos comiencen a mirar más hacia Chile.
Catado habla de "capitalizar el fenómeno Sammis Reyes". Para él la clave es desarrollar juveniles. Algunos clubes no se supieron renovar y desaparecieron.
"Es importante no solo llegar a gente más grande, sino que tener una etapa formativa. Eso se está logrando. Hay mucho interés con gente menor de 15 años, va a permitir que el deporte tenga un crecimiento mayor en los próximos años", apunta.
La selección nacional
Chile iba a ir por primera vez al Mundial Universitario en Hungría el 2020. Estado todo comprado, pero vino la pandemia.
Sin embargo, el seleccionado nacional fue invitado al Mundial de Flag Football, una modalidad del fútbol americano que se juega sin placajes y en que el objetivo es robarle banderas al adversario.
"Llegar al Mundial significa tener una mayor visualización. Eso es trascendente. A nivel sudamericano Chile es una de las potencias. Eso lo tenemos que capitalizar en el Mundial y lograr hacer un buen papel tanto en la selección masculina como la femenina", sentencia el head coach Cataldo.
