La Universidad Católica vuelve a celebrar un título, ahora de la mano de Cristian Paulucci. La UC derrotó a Ñublense en una dramática definición a penales (1-1 en los 90' y 7-6 en la tanda) y se proclamó campeón de la Supercopa.
De esta manera, los cruzados se llevan su cuarta Supercopa y la tercera de forma consecutiva. Un gran envión anímico para las últimas dos fechas del Torneo Nacional.
En cuanto al trámite del compromiso, fue un duelo muy friccionado, con demasiadas faltas, amarillas e incluso Juan Leiva se fue expulsado en la UC sobre el final.
Hasta los 68' no hubo muchas llegadas, pero en ese minuto los chillanejos abrieron la cuenta con un potente remate de Federico Mateos, quien aprovechó un error en la zaga de la Católica.
Cuando la UC más sufría, a los 78 minutos se encontró con un penal por una mano de Rafael Caroca y Fernando Zampedri lo transformó en gol.
Así, con el marcador uno a uno, terminaron los 90' y la definición del título se fue a los penales.
En la tanda, comenzaron fallando Mateos en Ñublense y Diego Buonanotte en los cruzados. Luego varios convirtieron hasta que José Navarrete falló y la Católica terminó ganando por 7-6 tras el lanzamiento de Diego Valencia.