El sueño inicia en un cancha de baby fútbol en Puente Alto y con una conversación de amigos. Al poco tiempo estaba jugando en Palestino y era parte de la selección chilena. Impensado para un joven que a sus 20 años veía como "una loca idea" cambiaba su vida para siempre.
Han pasado ocho años y hoy el futsal es el motor de Bernardo Araya. Es el capitán de la "Roja" y hace unos meses dio el gran golpe: Fue fichado por el Nantes Métropole de Francia.
Su contratación es todo un hito: Es la más importante en la historia del futsal chileno.
Es el primer nacional que da el salto profesional a Europa. Antes estuvo en Newell's, donde se fue como figura.
"Ha sido complicada la adaptación por el idioma, pero tengo compañeros que hablan español y eso lo ha hecho más fácil. Las canchas y los estadios son magníficos. La liga es diferente a Argentina, es más técnica, más táctica, muy física. Me estoy adaptando poco a poco", cuenta a Emol desde Francia el hermano de Karen Araya, figura de la "Roja" femenina.
"Fue un gran cambio deportivo y personal el venir a Europa, donde el idioma es distinto y también la cultura. Me encontré con jugadores muy habilidosos, hay mucho jugador muy técnico, hay tres o cuatro de esas características, una técnica increíble, marcan diferencias. Estar al lado de jugadores así me hace crecer también", complementa.
Bernardo Araya con la camiseta del Nantes francés.
Una carrera con ascenso inesperado
Bernardo, de 28 años, trató de hacer carrera en el fútbol. Estuvo entrenando en las inferiores de Colo Colo y luego en la U. También fue parte de Deportes Tocopilla en Tercera B. Pero no se le dio.
Y lo que el fútbol le negó, el futsal se lo entregó. Una carrera que rápidamente fue en ascenso. A Argentina se fue luego que lo vieran en un torneo en que defendió a la selección y tres años después estaba firmando un contrato por una temporada con el Nantes europeo.
"Espero que mi carrera sirva para poder mostrar a otros jugadores que es posible llegar a Europa, esto es algo impagable. Siento que esto sirve para que haya un cambio drástico en Chile y sea cada vez más profesional", dice.
Araya es claro. Sabe que hay muchos deportes que no permiten vivir sólo de eso y obliga buscar otras cosas, pero en su caso, el futsal sí le da esa posibilidad. Por eso, espera que muchos jugadores puedan replicar su camino.
"Gracias a Dios yo puedo vivir de esto, sólo me dedico al futsal, es mi profesión. Eso me da mucha felicidad y tranquilidad. Uno va a entrenar y se dedica a esto, no lo tiene que compatibilizar con otros trabajos. Me puedo entregar al 100%. Es posible vivir de este deporte. Yo empecé a jugar baby en mi comuna, pero de un tiempo a otro todo se fue dando, estuvo en Argentina ahora en Francia y puedo hacer de esto mi profesión", sostiene.
En su aventura en Newell's de Argentina, donde estuvo tres años.
El futsal en Chile
Araya conoce bien la realidad nacional de esta disciplina. Jugó en el país cinco años, fue campeón nacional y lleva un largo período como seleccionado. Su diagnóstico es claro.
"La federación está haciendo las cosas bien, hay un torneo masculino y femenino, hay segunda división, está la selección. El proceso de crecimiento va encaminado, pero para que lleguen auspiciadores o la televisión, es clave el trabajo de los clubes", indica.
Precisamente, el capitán de la "Roja" apunta a los clubes como un factor clave en el desarrollo de la disciplina.
"Hoy en Chile no existe la cultura del futsal. Afuera los clubes comienzan a formar a los 5-6 años, eso en Chile no ocurre. Es muy importante que los clubes hagan parte de ellos la rama de futsal, así el deporte va a ir creciendo", afirma.
"Faltan las ramas inferiores que nutran al club y a la selección. Hay clubes que ya están creando esas categorías, desde la Sub 11 y eso demuestra que este deporte está en pleno crecimiento", cierra.
La historia y vivencias de Bernardo Araya, un chileno que jamás pensó que la vida le cambiaría de la noche a la mañana y que hoy muestra sus dotes en una prestigiosa liga europea.
