El escritorio. Una palabra tan escuchada en el último tiempo en el fútbol chileno. Está de "moda", por decirlo de alguna manera. A esta altura importa más lo que pase en las oficinas que lo ocurrido en la cancha.
El caso Melipilla es la guinda de la torta. Es el más bullado, pero que a su vez ha traído un montón de aristas. Hoy, varios quieren su tajada de la torta y lograr algo por secretaría.
Es que la situación de los "Potros" incumbe a muchos otros clubes. Por ejemplo, Huachipato espera la decisión de la Segunda Sala del Tribunal de Disciplina para saber su futuro.
El elenco acerero apuesta a salvarse del descenso directo al que fue condenado en cancha y jugar la promoción para permanecer en Primera. Mientras, Copiapó sigue en vilo hace semanas.
Ganó la liguilla de la B y ni siquiera sabe si jugará con Curicó o con otro rival. Ante esto, ya hizo una petición oficial a las oficinas de la ANFP para conseguir el ascenso directo a la máxima categoría.
A tanto ha escalado el tema de Melipilla, que ahora hasta San Felipe reclama lo suyo. ¿Por qué? No descarta pedir el ascenso considerando que las irregularidades de los "Potros" fueron la temporada pasada, donde el club del Aconcagua perdió la final de la liguilla con ellos.
"Las infracciones se habrían cometido el año 2020, que fue precisamente cuando nosotros disputamos con Melipilla el ascenso. Queremos que la verdad sea absoluta para la tranquilidad nuestra y que las reglas se apliquen bien, porque, de ser así, Melipilla habría competido contra nosotros y habría obtenido el ascenso dejándonos a nosotros en la B, sin haber respetado las reglas", expresó Eduardo Olivares, gerente de San Felipe, al medio radio Aconcagua.
En medio de todo el escándalo, también hay una denuncia contra la U por un supuesto doble contrato de Ramón Arias. La escuadra azul deberá presentarse ante el Tribunal de Disciplina el próximo 04 de enero. ¿Qué pasará? Un misterio.
A todo esto se suma lo de San Marcos. Fue sentenciado con la resta de puntos por la alineación indebida de un jugador y terminó descendiendo de la B a Segunda, pese a que en cancha se había salvado con tranquilidad.
El equipo nortino no baja los brazos y acudió al TAS. Si llegase a darse un cambio, se salvaría y finalmente caería Barnechea, que deportivamente fue último en la categoría.
¿Hay más? Claro. Colchagua también fue al TAS para evitar irse del profesionalismo. Descendió a Tercera, pero quiere que haya sanción a Deportes Concepción por el uso indebido de un jugador.
Al elenco lila lo castigó la Primera Sala del Tribunal de Disciplina, pero la Segunda revirtió el fallo y finalmente no hubo resta de puntos evitando la caída por secretaría.
No olvidar que todo comenzó antes este año cuando Lautaro Buin fue sancionado y no pudo subir a la B también por dobles contratos. Ese lugar lo tomó Fernández Vial, que entró bastante tarde a disputar la categoría y tuvo que jugar dos veces por semana prácticamente toda la temporada.
Críticas y más críticas
Ante todo este panorama, las voces que cuestionan la definición por el escritorio abundan en el fútbol chileno.
"Hay muchas cuestiones que se terminan de resolver en los escritorios y deberían resolverse en la cancha. O las cosas que pasan en cancha, después se borran en el escritorio, por lo que creo que este tipo de sanciones van en desmedro de la competencia, de la liga, porque le quitan competitividad", expresó el ahora ex portero de Melipilla, Nicolás Peranic, en Agenda Deportes de EmolTV.
El Sifup también fue duro. "¿Quiénes son los responsables de la vergüenza y el bochorno administrativo que hoy afecta a nuestro fútbol profesional? Resulta nefasto, equivocado e impresentable terminar los torneos del fútbol profesional chileno en un escritorio. ¿Donde está el respeto al principio por competición?", lanzaron desde el organismo.
El el ex presidente del Tribunal de Disciplina, Ángel Botto, se sumó a los cuestionamientos por todos los líos fuera de la cancha que afectan al balompié nacional.
"Para el lado que me doy cuenta, está todo mal. Búsqueme alguna cosa buena en el fútbol chileno, no encuentro nada. Hay equipos que han sido comprados por empresarios y no hay norma que lo impida. Hay varios casos. Eso tiene un peligro, que un gobierno decida preocuparse e intervenir al fútbol chileno. Las instituciones jurídicas están y en una de esas nos encontramos con una intervención. No sería extraño", expresó al Diario Concepción.
El saliente presidente de San Marcos, cargo que dejó de ocupar esta semana tras 16 años, también fue claro. "Todo lo que esta pasando es un desorden total de la ANFP. Deben hacer un mea culpa. Debió haber hecho un borrón y cuenta nueva pero se está agrandando todo cada vez más. Somos el hazmerreír en todo el mundo".
