Ángel di María veía cada vez más cerca su regreso al fútbol argentino. A sus 36 años, ya asumía que la recta final de su carrera la haría en su país, en el club de sus amores: Rosario Central.
Pero al parecer no será así. El sueño del campeón del mundo no se cumpliría. Pese a sus ganas, finalmente la decisión sería otra. Y muy radical.
El "Fideo" quería acabar su carrera en el equipo que lo dio nacer. Su deseo era jugar la Copa Libertadores. Sin embargo, el temor en definitiva pesaría más.
Rosario se ha convertido en una de las ciudades más peligrosas de Argentina y Di María bien lo supo. Hace unos días recibió amenazas de muerte en el country Funes Hills Miraflores, donde suele quedarse cuando está en el país trasandino.
Un auto se dio varias vueltas por la entrada de dicho recinto y luego lanzó un paquete envuelto en nylon negro. Ahí estaban las amenazas l jugador. Incluso, le advirtieron que ni la seguridad podría salvarlo.
"Últimamente estuve viendo lo que pasó en Rosario, eso te influye mucho en la familia. Tengo a mis viejos y a mis hermanas ahí, lo que estuvo pasando me afecta, me choca un montón", dijo el delantero mientras estaba con la selección la semana pasada.
A raíz de esto, Di María ya tendría una decisión tomada: No volvería a Argentina. De acuerdo a su círculo cercano, el campeón del mundo ya lo conversó con su familia y terminará su carrera lejos de su país natal.
Hoy el "Fideo" milita en el Benfica de Portugal, pero a final de temporada se iría. Desechado Argentina, las opciones que asoman son la MLS de Estados Unidos o el fútbol de Arabia Saudita.
Rosario Central igual sueña con su retorno. De hecho, en la lista de buena fe que entregó a la Conmebol para la Libertadores, dejó sin asignar el número 11. Espera que el atacante lo ocupe. Eso sí, se ve complejo.
