SANTIAGO.- Ha sido un semestre duro para Bárbara Figueroa como dirigenta sindical. Diversos episodios, por su rol como líder de los trabajadores que le han valido críticas a su gestión.
Uno de ellos fue por la polémica elección en la Central Unitaria de Trabajadores. En los comicios, cuyos resultados recién se conocieron dos semanas después a raíz de irregularidades en el padrón electoral de la multisindical, Figueroa sufrió una derrota a manos del histórico dirigente, Arturo Martínez, por casi 30 mil votos de diferencia, según el cómputo del Comité Electoral Nacional.
Sin embargo, los resultados fueron rechazados por las listas de Figueroa y del entonces vicepresidente Nolberto Díaz. Ambos concordaron en un llamado a repetir las elecciones.
Finalmente fueron las listas de estos últimos las que se unieron y anunciaron una mesa de transición, en medio de acusaciones cruzadas por el poco transparente proceso electoral.
Reajuste sector público
En medio de la intensa y larga discusión en la Cámara de Diputados por el reajuste del salario mínimo para el sector público, que la dirigente tuvo una inesperada reacción.
Mientras era desaolajada de la sala de hemiciclo, junto a otros dirigentes sindicales, interpeló con duros términos al rol que hasta ese momento había cumplido el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, por no moverse del guarismo de 3,2% de reajuste.
Sus dichos hacia el jefe de las finanzas públicas fueron ampliamente rechazados por parlamentarios de diferentes bancadas y recibió una dura respuesta por parte de Arturo Martínez, vicepresidente de la Central. "Un dirigente sindical tiene que guardar la compostura. No se justifica ese lenguaje de parte de la dirigencia. Siempre tenemos que cuidar eso pues hoy podemos estar en desacuerdo, pero mañana tendremos nuevas reuniones con la contraparte", sostuvo a Diario Pulso.
Bajo este contexto, el rol de Figueroa y la CUT en esta negociación fue cuestionada por un grupo de trabajadores -disidentes a la presidencia de Raúl de la Puente en la ANEF -, debido que no representaban al mundo sindical debido a las "fraudulentas" elecciones en la CUT.
También su liderazgo fue cuestionado por algunos delegados al interior de la multisindical, quienes exigían a Figueroa una autocrítica sobre el proceso de negociaciones en el marco de la reforma laboral, cuyo corazón fue rechazado por el Tribunal Constitucional.
El último duro momento de la actual presidenta de la CUT, ocurrió esta semana en las elecciones de la directiva del Colegio de Profesores, en donde la lista que encabezaba junto a Jaime Gajardo sufrió una dura derrota a manos de Mario Aguilar, dejando el sillón que por casi 10 años ocupó el PC.
