EMOLTV

El "milagro checo": Las claves de cómo la República Checa llegó a superar el PIB per cápita de España

El subcontrato con Alemania y una menor tasa de desempleo son algunos de los factores que llevaron a la ex nación soviética a mostrarse como una economía pujante.

12 de Febrero de 2021 | 17:06 | Redactado por Ignacia Munita C., Emol
imagen
El Mercurio
El mapa de la riqueza está cambiando, pues actualmente la República Checa, uno de los países que en los años noventa salía del comunismo y que, en ese entonces, era un tercio menos rico que España, ha conseguido en tres décadas batir a la economía española en PIB pér cápita.

Así, la antigua Checoslovaquia apuntó una renta per cápita anual de US$38.152, superando por $24 la producción de España, que alcanzó los US$38.128.

Ahora bien, cómo una nación que al menos durante el año 2019, de acuerdo con las estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), obtuvo una producción menor a la española – US$38.128 versus US$38.152 – logró enriquecerse y superar al país de la península Ibérica, es un hecho que amerita ser puesto en perspectiva.

Para entregar un contexto, el Producto Interno Bruto (PIB) de un país es una estimación que suma el valor de los bienes y servicios producidos por una economía en, por ejemplo, un año. Y el PIB per cápita es la división por número de habitantes, por lo que sirven como indicador para medir la capacidad económica aproximada de los países.

Los hechos que han favorecido a la República Checa

En ese marco, gran parte de las utilidades de los checos se resume en que han sabido convertirse en una subcontrata industrial de Alemania. De hecho, la industria y el sector exterior tienen un peso muy importante en su producto interior bruto.

Cabe destacar que, según los expertos, desde antes de que la pandemia impactara de lleno en la dinámica global, las economías más grandes aún se estaban recuperando de lo que se ha denominado la "crisis de la zona euro", mientras que los países de Europa oriental seguían avanzando.

Existen más pistas significativas al comparar las estadísticas checas. Un ejemplo tiene que ver con el hecho de que la tasa de desempleo del país centroeuropeo es del 3% frente al 16% de España. Además, la temporalidad es menos de la mitad, por lo que, en consecuencia, la desigualdad es mucho menor, a pesar de que tengan un sistema fiscal menos redistributivo.

Esto es una tendencia que persiste en España, puesto que los índices de desempleo entre 1980 y 2019 fueron de un 17%. Dada esa situación es que los economistas esgrimen que, de implementar reformas que cambien el funcionamiento del mercado del trabajo y de los mercados mercados de bienes y servicios, la cifra podría bajar hasta diez puntos porcentuales.

“De este modo, el PIB español crecería un 13% más, una cifra superior a lo que se espera conseguir con fondos europeos”, apuntó el economista Rafael Doménech al diario El País.

Por otra parte, los niveles de educación también son importantes para demostrar por qué los checos son más productivos que los españoles. Mientras un 30% de los adultos jóvenes de España tienen como máximo la enseñanza secundaria obligatoria, en la República Checa, la parte de la población que concentra menos años de estudio descienden a un 7%.

Además, pese a que poseen casi el mismo porcentaje de universitarios, en la ex Checoslovaquia aumenta la cantidad de personas que se han instruido en cursos de formación profesional. Estos son conocidos como estudios que adecúan el conocimiento y las habilidades de los futuros trabajadores a lo largo de la vida.

Sumado a esto, en comparación a los españoles, los checos destinan un mayor gasto fiscal en Inversión y Desarrollo, y sus finanzas públicas están más saneadas, puesto que antes de la pandemia contaban con un ligero superávit público y su deuda se situaba en el 30% del PIB, frente al 95% de España.

Como dato histórico, desde el año 1997 que la República Checa ha recortado la brecha con Alemania, desde un 40% hasta el 23%. En cambio, España continúa en un 23%. Esto explica que un país que lo secundaba en la lista creciera más rápido, pues han fomentado la incorporación de las tecnologías y prácticas de las economías más desarrolladas.

Aunque España sí había logrado recortar distancias con los países más ricos, la crisis del año 2008, y por consecuencia, la burbuja inmobiliaria que afectó al país ralentizaron el progreso, provocando que se mantenga en niveles similares respecto a Francia e Italia.

Los analistas afirman que no sería extraño ver que, para el 2030, los países de Europa del este superen a los del sur, dada la baja productividad y el poco dinamismo que predomina en este sector.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?