China afirmó este miércoles que está "a la espera y dispuesta a trabajar" con Estados Unidos para fortalecer los intercambios comerciales entre ambos países, pero recalcó que aún deben "gestionar diferencias" en este campo.
El nuevo ministro de Comercio chino, Wang Wentao, quien asumió el cargo desde diciembre del año pasado, reiteró hoy que "los intereses de China y Estados Unidos están muy entrelazados y que la cooperación sigue siendo la mejor opción para los dos".
"China está dispuesta a fortalecer los intercambios económicos y comerciales con EE.UU. y a cooperar sobre la base del respeto, la igualdad y el beneficio mutuo" indicó Wang.
Y en esa misma línea agregó "quedamos a la espera de trabajar con nuestros colegas estadounidenses para fortalecer la comunicación, mejorar el entendimiento y gestionar las diferencias".
La autoridad del gigante asiático afirmó que, pese a las adversidades, como el impacto de la pandemia y la desaceleración del comercio a nivel global, los intercambios entre China y Estados Unidos todavía se mantienen altos.
La guerra comercial con Estados Unidos provocó en 2019 una caída de los intercambios de China con ese país del 10,7%, cifra que remontó en 2020 -se elevaron un 8,8%- gracias al acuerdo comercial parcial al que llegaron ambas potencias el año pasado, entre otros motivos.
En ese marco, la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca podría suponer una renegociación de los términos de ese acuerdo, cuyos objetivos para 2020 no se cumplieron en su totalidad, debido al efecto de generado por el covid-19.
Pese a esto, ese año aumentaron más las ventas de productos estadounidenses a China, 10,3% superiores a las de 2019, que la llegada de productos chinos al país norteamericano (+8%).
Cabe recordar, eso sí, que las bases comparativas no están equilibradas, ya que las exportaciones del país asiático al norteamericano todavía superan el 77% del total de intercambios.
Levantamiento de sanciones
El lunes, el ministro de Exteriores, Wang Yi, pidió a Estados Unidos que elimine los aranceles que impuso a los productos chinos y levante las sanciones sobre empresas e instituciones chinas para mejorar las relaciones, que sufrieron ciertos roces durante la era del ex presidente, Donald Trump.
En efecto, los lazos entre ambos se deterioraron enormemente durante los cuatro años de Trump, hasta el punto de que ambas naciones viven uno de sus peores momentos desde que establecieron relaciones en 1979.
Además de la imposición mutua de aranceles comerciales hay que sumar la inclusión de empresas chinas en la lista del Departamento de Defensa de EE.UU., las cuales fueron acusadas de estar controladas por el Ejército chino, que fueron cuestionadas debido al origen del coronavirus.
También se vieron afectadas por la ley de seguridad china para Hong Kong o por la situación de los derechos humanos de la minoría uigur en la región occidental china de Xinjiang.