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China, la segunda mayor economía del mundo, se fija como meta crecer al menos un 6% este año

El primer ministro, Li Keqiang, anunció además que el país aumentará considerablemente su inversión en I+D y reducirá sus emisiones de carbono un 18% en 2025.

05 de Marzo de 2021 | 09:45 | EFE, editado por Ignacia Munita C., Emol
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Un barrio comercial en China.

Desde hace un tiempo a la parte que China -la segunda mayor economía del mundo y principal socio comercial de Chile- fijó como objetivo que su economía crezca más de un 6% este año, con el fin de aumentar su Producto Interno Bruto (PIB), cosa que no pudro lograr durante el 2020, como consecuencia de la incertidumbre generada por la pandemia.

Si bien muchos analistas esperaban que Beijing optara nuevamente por la prudencia, dado el entorno internacional, que continúa siendo volátil, cabe destacar que esta jornada, el primer ministro del gigante asiático, Li Kequiang, anunció una meta de al menos 6%, para este año.

De todas formas, la fórmula escogida, "por encima del 6%", aún tiene cabida en el contexto mundial, y aunque supone el regreso a tiempos pasados, en los que la situación económica china prosperaba aún más, sigue sin ser una cifra fija, repitiendo el modus operando de 2019, año en que el gobierno optó por bases entre el 6 y 6,5%, ante la desaceleración económica.

Este objetivo, apuntó Li, se ha fijado teniendo en cuenta "la recuperación de la actividad económica", que permitió a China situarse como uno de los pocos territorios mundiales en registrar crecimiento en 2020, cuando su PIB se elevó un 2,3%.

"Este propósito de crecimiento nos capacitará a todos para dedicarnos con plenas energías a promover la reforma, la innovación y un desarrollo de alta calidad", indicó Li, durante la sesión inaugural de la cumbre anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP).

El primer ministro anunció además que el país aumentará considerablemente su inversión en I+D y reducirá sus emisiones de carbono un 18% en 2025.

Delicado equilibrio financiero

Entre las proyecciones presentadas hoy, figura una meta de inflación del 3%, además de crear más de 11 millones de puestos de trabajo- vale decir que durante el 2020, se crearon 11,9 millones de empleos, aunque el objetivo inicial era de 9 millones -. Sumado a esto, China se propuso alcanzar un equilibrio básico en la balanza de pagos.

Asimismo, Beijing se comprometió a seguir recortando impuestos, a mantener estable la tasa de cambio de su divisa, el yuan, que frente al dólar ha perdido un 6,8% de su valor en los últimos doce meses, además de evitar cambios drásticos en su política macroeconómica.

En ese marco, Julian Julian Evans-Pritchard, analista de la consultora Capital Economics, apuntó que los objetivos de crecimiento fijados "se alcanzarán con facilidad" y "no requerirán estímulos adicionales".

A pesar de los buenos propósitos, un informe publicado hoy por el ministerio de Hacienda en el marco de la ANP reconoce que será complejo mantener el equilibrio presupuestario en un contexto marcado por los menores ingresos fiscales y por los riesgos de las deudas.

Así pues, Beijing ha reducido al 3,2% su objetivo para la tasa de déficit en 2021, lo que supone una reducción desde el 3,6% del año pasado, decisión tomada debido a que "la pandemia ha sido controlada eficientemente y la economía está en gradual recuperación", según las autoridades.

Por otra parte, Hacienda descartó la inyección de fuertes incentivos este año y anunció el final de los "bonos anti-covid", que fueron emitidos por importe de 1 billón de yuanes (US$154.495 millones) en 2020. Esto porque, según lo expuesto durante la asamblea, ellos fueron una "medida especial adoptada en un momento especial" y que ahora los gastos relativos a la pandemia "están rebajándose en gran medida".

"Los objetivos fiscales y monetarios implican una clara retirada de las políticas de apoyo (...) para poner la ratio de deuda, frente al PIB, en un camino más sostenible", explicó Evans-Pritchard, que calcula que las medidas anunciadas equivaldrán a un ajuste fiscal total de al menos un 3% del PIB en 2021.

Mayor Independencia tecnológica

En esta ocasión, la ANP tiene el aliciente de ser el punto de arranque del próximo plan quinquenal, que de ser aprobado, regirá las políticas del país hasta 2025.

Uno de los fines principales de este plan es la autosuficiencia tecnológica, especialmente en campos como el de los semiconductores, donde sus cadenas de suministro se puedan ver comprometidas por los vaivenes geopolíticos que comenzaron hace ya tres años con el inicio de la guerra comercial con Estados Unidos.

A este respecto, el gobierno anunció un incremento anual medio del 7% en la partida destinada a investigación y desarrollo (I+D). Cabe destacar que el gasto en este campo en 2020 fue del 2,5% del PIB, presupuesto que aumentará gracias a las deducciones fiscales al gasto en I+D del 75% para las empresas, que asciende al 100% para las del sector manufacturero.

Sin embargo, según analistas de la consultora Trivium, esta meta es "más difícil de lo que parece" debido a que China no ha cumplido con sus propios objetivos de gasto en investigación y desarrollo en los últimos cuatro planes quinquenales.

La economista jefe de Natixis para Asia-Pacífico, Alicia García, indicó esta semana que es "difícil" que China consiga su objetivo de independencia tecnológica en tan solo cinco años, aunque sí lo ve posible a "más largo plazo".

Beijing impulsa un desarollo "sano"

Otro de los puntos clave serán las políticas para incentivar el consumo, uno de los pilares del cambio de modelo económico propugnado por China durante los últimos años, y que consiste en un plan caracterizado por el concepto de “circulación dual”, según las autoridades.

Li prometió que China "expandirá" el consumo y el tamaño de la clase media, y que los "ingresos personales aumentarán a través de varios canales", poniendo el ejemplo del comercio electrónico como catalizador en las zonas rurales.

El primer ministro también adelantó que, ante los problemas de envejecimiento de la población, se retrasará progresivamente la edad legal de jubilación, fijada en los 60 años para los hombres y en los 55 para las mujeres desde hace más de cuatro décadas.

En los próximos cinco años, el objetivo será "elevar la calidad" del desarrollo económico y que este sea "sostenido y sano", según Li.

Los analistas creen que, exceptuando un 2021 en el que el avance será mayor por la comparación con el nefasto 2020, China regresará a su tendencia de crecimiento positivo pero cada vez menor.

De hecho, el profesor de Finanzas de la Universidad de Beijing, Michael Pettis, apuntó que China está retomando "el viejo modelo de crecimiento, en el que cualquier meta superior al 2 o 3% exigirá una importante inversión en activos fijos y una creciente carga de deuda".
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