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Santiago: Domingo 02 de junio del 2024 | Actualizado 17:08
La empresa es una entidad comercial que abarca cientos de empresas y asociaciones que poseen o administran edificios de oficinas, hoteles, torres residenciales, clubes de golf, derechos de marca, acuerdos de licencia y otros activos en todo el mundo.
Esas diversas empresas comparten personal con la Organización Trump, incluidos los dos hijos adultos de Trump, Donald Jr. y Eric, ambos vicepresidentes ejecutivos, y Allen Weisselberg, el director financiero acusado.
Reuters | Allen WeisselbergUno de los cargos del gran jurado apunta a la Organización Trump por conspiración, para ayudar a los altos ejecutivos a hacer trampa en sus impuestos al no informar compensaciones como el uso gratuito de apartamentos y automóviles, pagos de matrícula escolar o reembolso de gastos personales.
La compañía se declaró inocente, al igual que Allen Weisselberg, uno de los empleados más leales y con más años de servicio de Trump. Dicen que no hicieron nada malo y afirmaron que los cargos tienen motivaciones políticas.
Weisselberg también está acusado de hacer trampa en sus impuestos al disfrazar que su residencia de tiempo completo estaba en la ciudad de Nueva York, donde estaba sujeto al impuesto sobre la renta de la ciudad.
Trump renunció a los puestos que ocupaba en cientos de entidades de la Organización Trump en más de 20 países antes de tomar el juramento presidencial hace cuatro años.
Fue su intento de disipar los temores de que usaría la presidencia para ayudar a su negocio. En ese momento, creó un fideicomiso para mantener sus activos y entregó el control diario a sus dos hijos adultos y Weisselberg.
Sin embargo, Trump seguía siendo el único propietario o propietario principal de esos cientos de negocios y podía obtener ganancias de ellos en cualquier momento. Recientemente, regresó a sus antiguas oficinas en Trump Tower en la Quinta Avenida, pero no está claro cuánto ha asumido de su antiguo rol para supervisar las operaciones.
AFP | La Torre Trump en Nueva YorkSi la Organización Trump es declarada culpable, tendría que pagar una multa del doble de la cantidad de impuestos no pagados, o U$250.000, lo que sea mayor. Es posible que la empresa también tenga que cambiar la forma en que opera.
Pero incluso en ausencia de una condena, la acusación podría plantear problemas.
"Las empresas acusadas, ya sean privadas o públicas, grandes o pequeñas, enfrentan graves consecuencias colaterales", dijo Daniel Horwitz, abogado defensor de cuello blanco en McLaughlin and Stern y ex fiscal de la oficina del fiscal de distrito de Manhattan.
"Las empresas de la industria de servicios financieros son reacias a hacer negocios con ellas", agregó Horwitz. Y continuó: "Su acceso al capital es limitado o cortado, al igual que su capacidad para colocar sus activos líquidos en bancos y casas de bolsa".
La gigantesca firma de contabilidad Arthur Andersen comenzó a perder negocios de auditoría después de que se presentaron cargos penales en relación con su trabajo en Enron, y finalmente tuvo que despedir a decenas de miles de trabajadores. En 2005, la Corte Suprema anuló su condena por obstrucción de la justicia, pero era demasiado tarde y la firma colapsó.
Otras empresas golpeadas duramente por cargos criminales incluyen al ahora desaparecido gigante de bonos basura de la década de 1980 Drexel Burnham Lambert, el otrora masivo fondo de cobertura SAC Capital y la compañía petrolera BP, que tuvo que pagar miles de millones debido a cargos criminales por su papel en la explosión de una plataforma de perforación. en el Golfo de México.
AFP | Un hombre se hace pasar por Trump afuera de los tribunales penales de Manhattan La organización podría tener más dificultades para cerrar acuerdos para poner el nombre de Trump en edificios o productos, atraer torneos a sus campos de golf y pedir dinero prestado.
Puede que sea capaz de soportar los golpes. Es una empresa en expansión, pero sus operaciones son simples y entre bastidores: administra clubes de golf y hoteles, cobra cheques de las empresas que ocupan las oficinas que posee y cobra tarifas de licencia a los edificios y otros que usan su nombre.
Aunque algunas empresas se han derrumbado después de las acusaciones penales, otras han sobrevivido o incluso prosperado, incluido Bank of America, que fue condenado por prácticas imprudentes de préstamos hipotecarios. Otros que recibieron lo que se llama cargos penales diferidos lo han hecho bien después, incluido el gigante farmacéutico Bristol-Myers Squibb, que fue acusado de fraude contable, y JPMorgan Chase & Co., que fue atrapado en relación con el fraude masivo de Bernard Madoff.
Las acciones de las tres empresas están en máximos históricos o cerca de ellos.
No lo ha dicho, pero hay algunos movimientos obvios.
Los expertos en branding dicen que la compañía aún podría usar la fama de Trump para lograr acuerdos de licencia en todo el mundo. En los años que rodearon su gran éxito televisivo, el republicano llegó a acuerdos para poner su nombre en trajes, corbatas, filetes y torres residenciales en Las Vegas, Chicago y Nueva York.
No obstante, la marca Trump se ha visto dañada por su retórica y sus posturas divisivas. No está claro qué tan exitoso resultaría un nuevo esfuerzo de concesión de licencias.
Mientras estuvo en el cargo, hoteles y torres residenciales en varias ciudades quitaron su nombre de sus edificios. Su empresa tuvo que descartar planes para nuevas cadenas hoteleras debido a la falta de interés de los socios potenciales.
Las más dañinas de todas fueron las acusaciones de que Trump incitó al sangriento asedio del Capitolio en enero. Los corredores de bienes raíces, prestamistas y otras empresas cortaron los lazos poco después.
La agencia de noticias The Associated Press informó a principios de este año que los precios de los condominios en muchos edificios que tienen licencia para el uso de su nombre han caído drásticamente, y los corredores dicen que algunos compradores potenciales se niegan incluso a mirar apartamentos en edificios con el nombre de Trump en la puerta.
