La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos mantuvo este miércoles sin cambios las tasas de interés, cercanos al 0%, a pesar del repunte de la inflación, que en junio se situó en el 5,4%, su mayor registro en trece años.
El banco central estadounidense dejó así el tipo de referencia en el rango de entre el 0% y el 0,25%, nivel en el que ha estado desde marzo de 2020, cuando implementó dos bajadas de los tipos por los efectos de la pandemia de la covid-19 en la economía norteamericana.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Fed, explicó a través de un comunicado, al término de su encuentro que se prolongó por dos días, que la actividad económica y el empleo continúan fortaleciéndose,
pero los sectores más afectados "no se han recuperado completamente".
Como en sus últimas intervenciones, el Banco Central reconoció que la inflación en Estados Unidos se ha incrementado, pero insistió en que predominan los "factores transitorios" y por ello continuará con una política acomodaticia para dar apoyo a la economía y favorecer el flujo de crédito a hogares y empresas.
"El camino de la economía sigue dependiendo del curso del virus. El progreso en las vacunaciones probablemente seguirá reduciendo los efectos de la crisis de salud pública en la economía, pero permanecen los riesgos para las previsiones económicas", agregó.
En cuanto a su programa de compra de activos por valor de US$120.000 millones, la Fed reiteró que lo mantendrá "hasta que se haya hecho un progreso sustancial" en sus objetivos de estabilidad de precios y máximo empleo, para los que está comprometido con todas sus herramientas.
Desde diciembre, la economía "ha hecho progreso hacia esas metas, y el Comité seguirá evaluando el progreso en las próximas reuniones", señaló la entidad, que así y todo, se encuentra "preparado para ajustar su política monetaria como sea apropiado si emergen riesgos".
En la reunión del mes pasado, los miembros del FOMC discutieron por primera vez "cuándo sería apropiado comenzar a hablar" de una posible reducción en ese programa, según reveló su presidente, Jerome Powell.
Powell explicó además que los problemas relacionados con la pandemia parecen estar lastrando el crecimiento del empleo, aunque expresó su confianza en que esto debería disminuir en los próximos meses, añadiendo que, desde el lado del mercado laboral, "aún hay alguna distancia que cubrir" antes de plantearse un ajuste de los programas de apoyo.
"La Fed aún no ha tomado una decisión sobre cuando comenzar la retirada", afirmó, quien evitó comprometer un calendario para concretar un alza de tasas.
Con todo, el banquero admitió que "la inflación puede ser más fuerte y más persistente de lo proyectado", sin embargo, a más largo plazo dijo que las subidas de precios se moderarán, ya que las expectativas de inflación permanecen bien ancladas y parecen estar en línea con el objetivo del banco central.
Junto con ello, el presidente de la Fed subrayó que la institución está lista para ajustar su política si la inflación se mueve material y persistente más allá del objetivo, aunque ha enfatizado que "justo ahora no es el momento ideal para pensar en subir los tipos de interés" y, en su lugar, la Fed se enfocará en la compra de activos.